No puedo explicar por qué pero me costó mucho verla. Entiendo que hay un cuidado por la estética que la hace atractiva visualmente y un ritmo que la debería hacer ágil y entretenida. Pero no me interesó mucho. Frialdad absoluto de mi parte. Traté de verla una segunda vez para ver si era una cuestión de mi ánimo en el momento inicial pero no hubo caso.
Me sonaba un poco el nombre de la peli, pero convengamos que no es que sea tan original, pero cuando apareció Monica por primera vez, ahí me di cuenta de que ya la había visto, Festival de Mardel del 2019.
Sin ser de las películas más logradas de Miike, a mí me divirtió. Creo que lo que genera esa "frialdad absoluta" que menciona Malala, tiene que ver con que los personajes apenas están esbozados, tienen poca espesor, aunque obviamente uno se alía con el boxeador y con Yuri/Monica. De hecho hasta la trama es confusa, lo que por supuesto no importa mucho, todos son malos menos ellos dos y si se cortan en pedacitos entre ellos, no nos importa, lo único que interesa es que la parejita escape.
En algún punto creo que son películas que repiten fórmulas que todos los que hemos visto películas de yakuzas, tríadas o mafias conocemos: el rufián que sale de la cárcel, la guerra entre clanes/bandas, el traidor que se quiere hacer con el botín, el policía corrupto y los inocentes o los buenos de la peli. Por eso, no importa mucho el argumento, el director cuenta con que ya sabemos de qué se trata, ya conocemos los códigos. Y hay mucha simpleza en la manera como se caracteriza a los personajes y en el argumento en sí, casi como si se tratara de un cómic ligero (porque los hay bien contundentes, también).
Este tipo de películas -que en los últimos años suelo ver en el festival- funcionan muy bien a la madrugada en salas llenas de adolescentes que festejan con gritos y carcajadas cada sablazo, cada cabeza cortada, cada chorro de sangre. Y yo me divierto con ellos, en la sala llena mucho más que en el living de casa.
A mí me gustó mucho. Y sí, como dice Mariana, todos son malos menos el boxeador y Mónica, y uno quiere que zafen. Bueno, y el capo de los yakuza al final, estuvo muy digno. Me gustó como se fue complicando todo hasta llegar al "que se liquiden entre ellos" que había pensado el mentor del plan. Plan que se le fue de las manos, evidentemente. Por ahí, la única que me irritó es la mujer gritona, pero debe ser parte de la gracia de la peli. Me gustó la escena de las llamadas perdidas y mensajes del médico del hospital desesperado buscando al boxeador para que no se suicide, je.
Para mi es como un Fargo japonés. Violencia con cierto tono de humor(?) por lo loco de todo y algún pelandrún que queda involucrado por algún mal chiste del destino.
¡Qué ganas de verla! Hace mucho que no veo una peli de Miike.
ReplyDeleteNo puedo explicar por qué pero me costó mucho verla. Entiendo que hay un cuidado por la estética que la hace atractiva visualmente y un ritmo que la debería hacer ágil y entretenida. Pero no me interesó mucho. Frialdad absoluto de mi parte.
ReplyDeleteTraté de verla una segunda vez para ver si era una cuestión de mi ánimo en el momento inicial pero no hubo caso.
Me sonaba un poco el nombre de la peli, pero convengamos que no es que sea tan original, pero cuando apareció Monica por primera vez, ahí me di cuenta de que ya la había visto, Festival de Mardel del 2019.
ReplyDeleteSin ser de las películas más logradas de Miike, a mí me divirtió. Creo que lo que genera esa "frialdad absoluta" que menciona Malala, tiene que ver con que los personajes apenas están esbozados, tienen poca espesor, aunque obviamente uno se alía con el boxeador y con Yuri/Monica. De hecho hasta la trama es confusa, lo que por supuesto no importa mucho, todos son malos menos ellos dos y si se cortan en pedacitos entre ellos, no nos importa, lo único que interesa es que la parejita escape.
En algún punto creo que son películas que repiten fórmulas que todos los que hemos visto películas de yakuzas, tríadas o mafias conocemos: el rufián que sale de la cárcel, la guerra entre clanes/bandas, el traidor que se quiere hacer con el botín, el policía corrupto y los inocentes o los buenos de la peli. Por eso, no importa mucho el argumento, el director cuenta con que ya sabemos de qué se trata, ya conocemos los códigos. Y hay mucha simpleza en la manera como se caracteriza a los personajes y en el argumento en sí, casi como si se tratara de un cómic ligero (porque los hay bien contundentes, también).
Este tipo de películas -que en los últimos años suelo ver en el festival- funcionan muy bien a la madrugada en salas llenas de adolescentes que festejan con gritos y carcajadas cada sablazo, cada cabeza cortada, cada chorro de sangre. Y yo me divierto con ellos, en la sala llena mucho más que en el living de casa.
A mí me gustó mucho. Y sí, como dice Mariana, todos son malos menos el boxeador y Mónica, y uno quiere que zafen. Bueno, y el capo de los yakuza al final, estuvo muy digno.
ReplyDeleteMe gustó como se fue complicando todo hasta llegar al "que se liquiden entre ellos" que había pensado el mentor del plan. Plan que se le fue de las manos, evidentemente.
Por ahí, la única que me irritó es la mujer gritona, pero debe ser parte de la gracia de la peli.
Me gustó la escena de las llamadas perdidas y mensajes del médico del hospital desesperado buscando al boxeador para que no se suicide, je.
Para mi es como un Fargo japonés. Violencia con cierto tono de humor(?) por lo loco de todo y algún pelandrún que queda involucrado por algún mal chiste del destino.
Me olvidaba, qué buen afiche!
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