No me convenció, cuanto más la pienso, más floja me parece. Creo que es de esas películas que en lugar de dedicarse a narrar una buena historia (en este caso, la historia de Daniel, un chico en problemas que aprovecha una oportunidad) opta por usar esa historia para contrabandear una serie de temas “importantes”:
1. Culpa y redención 2. Vindicación y perdón 3. Cuestionamiento de la práctica institucional (o institucionalizada) del catolicismo, oponiendo, a los ritos “burocratizados” de la iglesia, un ejercicio intuitivo y performático de la fe 4. Crítica al poder político, identificado en el alcalde-empresario 5. Comentario social sobre la juventud
Quizás estoy siendo muy mala y el director no contrabandea nada; pero en todo caso siento como que en nada profundiza y que las cosas no se amalgaman. Y también hay mucho de la falta de clímax de mucho cine indie, como que no hay ni arco dramático ni arco narrativo, aunque están todos los elementos para que existan ambos. En lugar de eso hay actos performáticos, casi como si viéramos un videoclip.
Yo no vi (o vi muy poco) en Daniel una lucha espiritual, una instancia de revelación o un camino de transformación. Pero tampoco vi tan claramente al “impostor” que aprovecha la oportunidad que el destino pone en su camino del reformatorio al aserradero.
Los familiares parecen zombies, con la excepción de Lidia, quizás porque tiene un mayor protagonismo por ser la ayudante del vicario y porque se elige hacer de ella la portavoz de esos familiares, no tanto porque tenga ese rol en el desarrollo del drama, sino porque es tan poco lo que se ahonda en el asunto, que alcanza con poner en un único personaje las pocas líneas y gestos que se le dedican.
Además por momentos la película maneja un cierto registro policial que no lleva a ningún lado: no sabemos por qué el alcalde le sugiere no indagar en el accidente, tampoco lleva a nada la intervención del policía que cree reconocerlo cuando incendian el galpón y pregunta por sus credenciales de cura.
También me parece un tanto gratuito lo que sabemos por el video que muestra Eliza: es un elemento que balancea o equilibra la culpa entre los que murieron en el accidente (o en todo caso, ratifica su calidad de tal frente a unos familiares que consideran al “insepulto” como un asesino), pero en la medida en que eso no se revela a los familiares ¿para qué sirve? Lo mismo con la “confesión” de la viuda ¿la idea es mostrar que todos tienen algo de culpa? Son muchas líneas muertas, me parece bastante fallido el guión en ese sentido.
A mi la película me gustó, la vi como una versión adaptada a la actualidad de una que daban cuando era chica, No Somos Ángeles, con Humphrey Bogart. Me esperaba una terrible tragedia (Polonia y religión, reformatorio, etc) pero me resultó bastate leve, exceptuando el inicio y el final.
En general siempre la primera vez que veo una película me dejo llevar mucho por la historia y se me pierden cuestiones laterales que pueden ser importantes como las que cita Marian. Yo sólo alcancé a ver una historia: la de un chico que desea un futuro que le es prohibido, ve la oportunidad de tomarlo de una manera poco transparente (la única que puede) y en el camino ayuda a una comunidad a cerrar una herida. Me pareció hasta una historia un poco ingenua, casi antigua, en la línea de la película que cité antes, que se siente contemporánea sólo por la presncia de las drogas y los toques de violencia (muy fuertes) del inicio y el final. Ahora que lo pienso, tal vez el director con eso nos recuerda que lo que vimos es un poco de otra época y cóno es aquella en la que Daniel y nosotros vivimos.
Cinematográficamente tiene al menos dos cosas que me parecieron muy interesantes: 1. El cambio brusco de ambiente que se da casi sin transición entre los espacios cerrados y agoboantes del inicio (el reformatorio, el bar, hasta el ómnibus) y el hermoso paisaje abierto del valle y el pueblo en el que baja Daniel.Y que nos transmite la posibilidad de una nueva vida más tranquila para él. 2. Otro cambio, mucho más sutil y que no sé como se consiguió y que es realemtne prodigioso: el cambio que se ve en el rostro de Daniel. Al prinicpio me cosaba mucho verlo: su palidez, las ojeras, casi e parecía un cadaver. Esto va cambiando a lo largo de su permanencia en el pueblo. No voy a decir que terminar rozagante pero el cambio es notable. Lo hablé con Mariano y el también lo vio.
Tiene muchas escenas notables, a mi entender, sobre todo aquellas en las que Daniel emplea lo que sabe del mundo para ayudar a los habitantes dle pueblo aunque no sean maneras estrictamente religiosas, como la sesión de autoayuda frente al mural de las víctimas o esa misa en la que salpica con agua bendita. Y por supuesto esa en la que desnuda sus tatuajes frente a todos. Coincido totalmente con Marian en que es innecesario lo del video y la confesión de la mujer del conductor sobre la pelea que habían tenido antes del accidente. Parece como una intención de mostrar que todos tuvieron un grado de responsabilidad cuyo objetivo hubiera cumplido igual si no se mostraba ninguna de las cuestiones.
Es verdad que no hay un cambio en Daniel, él quiere ser cura desde el principio. Lo que encuentra es la comprobación de que ese camino es apropiado para él: puede ser bondadoso, justo y ayudar a los demás.
Sí, yo también esperaba una película fuerte, potente, dramática, y/o con profundidad filosófica, pero me encontré, como bien señalás, con la historia de un chico que intenta darle un giro a su vida, lo cual no está mal. Pero la forma en que el director narra esa historia no logró engancharme del todo (ojo, vi la película con interés y no se me hizo larga a pesar de sus 2 horas). Me parece como a mitad de camino entre la "película polaca" que teníamos en mente y No somos ángeles (¡buena asociación Malala!).
Coincido también en lo del rostro de Daniel, muy impresionante, al principio costaba mirarlo.
A mí me gustó mucho. No tenía ni idea de qué se trataba, pero coincido con Malala, podría haber sido más cruda. Qué suerte que nos lo evitaron. Me sorprendió este pibe, que por momentos parecía un ángel y por otras un demonio sacado. En algunas expresiones me hizo acordar a Rutger Hauer en Blade Runner. Esos ojos.... Una de las escenas iniciales, cuando sale del reformatorio y está en esa fiesta, toda en tonos de azules o verdes (no me acuerdo), me pareció súper lograda. Me impresionó tanto como la cara del final. Es un gran personaje. Algunas cosas me parecieron naif, en cuanto a los discursitos que daba como cura, pero bueno, era un pibe muy golpeado -física y mentalmente-. Aún así, prefería su criterio al de todos los que lo rodeaban. Estaba aprendiendo y usando el recurso como podía. Lo di por válido.
Me quedo con la historia, que Malala describe perfecto, y que por lo menos a mí, me re cierra con ese final. Creo, que los detalles de tono policial, están para mostrar que lo estaban cercando por todos lados, que la mentira no tenía mucho más tiempo. Con respecto a los familiares, actúan como todo buen cristiano: haciendo lo contrario a lo que deberían, según su propio culto. Sobre el accidente, no me parece mal que al final no sepamos de quién es la culpa, porque las dos partes terminaron sospechosas. Me gustó que fuera así porque reforzó lo que Daniel sentía: que lo importante era transitar y procesar el dolor o la venganza para poder sanar.
Daniel se sacrificó por una convicción profunda, nunca se desvío de lo que quería hacer (en cuánto lo supo). Me pareció genuino lo que se fue transformando en él, su búsqueda. Encontró el espacio por casualidad y lo peleó hasta sus últimas consecuencias.
Escucharlo cantar también fue muy lindo... tanto como la escena del micro en ese paisaje azulado al llegar al aserradero. También rescato la escena de esa fiesta y su relación con los habitantes del pueblo, que remata anoticiándolos del uso del dinero de las donaciones para el funeral. Linda estocada, jajaaa
No me convenció, cuanto más la pienso, más floja me parece. Creo que es de esas películas que en lugar de dedicarse a narrar una buena historia (en este caso, la historia de Daniel, un chico en problemas que aprovecha una oportunidad) opta por usar esa historia para contrabandear una serie de temas “importantes”:
ReplyDelete1. Culpa y redención
2. Vindicación y perdón
3. Cuestionamiento de la práctica institucional (o institucionalizada) del catolicismo, oponiendo, a los ritos “burocratizados” de la iglesia, un ejercicio intuitivo y performático de la fe
4. Crítica al poder político, identificado en el alcalde-empresario
5. Comentario social sobre la juventud
Quizás estoy siendo muy mala y el director no contrabandea nada; pero en todo caso siento como que en nada profundiza y que las cosas no se amalgaman. Y también hay mucho de la falta de clímax de mucho cine indie, como que no hay ni arco dramático ni arco narrativo, aunque están todos los elementos para que existan ambos. En lugar de eso hay actos performáticos, casi como si viéramos un videoclip.
Yo no vi (o vi muy poco) en Daniel una lucha espiritual, una instancia de revelación o un camino de transformación. Pero tampoco vi tan claramente al “impostor” que aprovecha la oportunidad que el destino pone en su camino del reformatorio al aserradero.
Los familiares parecen zombies, con la excepción de Lidia, quizás porque tiene un mayor protagonismo por ser la ayudante del vicario y porque se elige hacer de ella la portavoz de esos familiares, no tanto porque tenga ese rol en el desarrollo del drama, sino porque es tan poco lo que se ahonda en el asunto, que alcanza con poner en un único personaje las pocas líneas y gestos que se le dedican.
Además por momentos la película maneja un cierto registro policial que no lleva a ningún lado: no sabemos por qué el alcalde le sugiere no indagar en el accidente, tampoco lleva a nada la intervención del policía que cree reconocerlo cuando incendian el galpón y pregunta por sus credenciales de cura.
También me parece un tanto gratuito lo que sabemos por el video que muestra Eliza: es un elemento que balancea o equilibra la culpa entre los que murieron en el accidente (o en todo caso, ratifica su calidad de tal frente a unos familiares que consideran al “insepulto” como un asesino), pero en la medida en que eso no se revela a los familiares ¿para qué sirve? Lo mismo con la “confesión” de la viuda ¿la idea es mostrar que todos tienen algo de culpa? Son muchas líneas muertas, me parece bastante fallido el guión en ese sentido.
A mi la película me gustó, la vi como una versión adaptada a la actualidad de una que daban cuando era chica, No Somos Ángeles, con Humphrey Bogart. Me esperaba una terrible tragedia (Polonia y religión, reformatorio, etc) pero me resultó bastate leve, exceptuando el inicio y el final.
ReplyDeleteEn general siempre la primera vez que veo una película me dejo llevar mucho por la historia y se me pierden cuestiones laterales que pueden ser importantes como las que cita Marian. Yo sólo alcancé a ver una historia: la de un chico que desea un futuro que le es prohibido, ve la oportunidad de tomarlo de una manera poco transparente (la única que puede) y en el camino ayuda a una comunidad a cerrar una herida. Me pareció hasta una historia un poco ingenua, casi antigua, en la línea de la película que cité antes, que se siente contemporánea sólo por la presncia de las drogas y los toques de violencia (muy fuertes) del inicio y el final. Ahora que lo pienso, tal vez el director con eso nos recuerda que lo que vimos es un poco de otra época y cóno es aquella en la que Daniel y nosotros vivimos.
Cinematográficamente tiene al menos dos cosas que me parecieron muy interesantes:
1. El cambio brusco de ambiente que se da casi sin transición entre los espacios cerrados y agoboantes del inicio (el reformatorio, el bar, hasta el ómnibus) y el hermoso paisaje abierto del valle y el pueblo en el que baja Daniel.Y que nos transmite la posibilidad de una nueva vida más tranquila para él.
2. Otro cambio, mucho más sutil y que no sé como se consiguió y que es realemtne prodigioso: el cambio que se ve en el rostro de Daniel. Al prinicpio me cosaba mucho verlo: su palidez, las ojeras, casi e parecía un cadaver. Esto va cambiando a lo largo de su permanencia en el pueblo. No voy a decir que terminar rozagante pero el cambio es notable. Lo hablé con Mariano y el también lo vio.
Tiene muchas escenas notables, a mi entender, sobre todo aquellas en las que Daniel emplea lo que sabe del mundo para ayudar a los habitantes dle pueblo aunque no sean maneras estrictamente religiosas, como la sesión de autoayuda frente al mural de las víctimas o esa misa en la que salpica con agua bendita. Y por supuesto esa en la que desnuda sus tatuajes frente a todos.
Coincido totalmente con Marian en que es innecesario lo del video y la confesión de la mujer del conductor sobre la pelea que habían tenido antes del accidente. Parece como una intención de mostrar que todos tuvieron un grado de responsabilidad cuyo objetivo hubiera cumplido igual si no se mostraba ninguna de las cuestiones.
Es verdad que no hay un cambio en Daniel, él quiere ser cura desde el principio. Lo que encuentra es la comprobación de que ese camino es apropiado para él: puede ser bondadoso, justo y ayudar a los demás.
Sí, yo también esperaba una película fuerte, potente, dramática, y/o con profundidad filosófica, pero me encontré, como bien señalás, con la historia de un chico que intenta darle un giro a su vida, lo cual no está mal. Pero la forma en que el director narra esa historia no logró engancharme del todo (ojo, vi la película con interés y no se me hizo larga a pesar de sus 2 horas). Me parece como a mitad de camino entre la "película polaca" que teníamos en mente y No somos ángeles (¡buena asociación Malala!).
DeleteCoincido también en lo del rostro de Daniel, muy impresionante, al principio costaba mirarlo.
A mí me gustó mucho.
ReplyDeleteNo tenía ni idea de qué se trataba, pero coincido con Malala, podría haber sido más cruda. Qué suerte que nos lo evitaron.
Me sorprendió este pibe, que por momentos parecía un ángel y por otras un demonio sacado. En algunas expresiones me hizo acordar a Rutger Hauer en Blade Runner. Esos ojos....
Una de las escenas iniciales, cuando sale del reformatorio y está en esa fiesta, toda en tonos de azules o verdes (no me acuerdo), me pareció súper lograda. Me impresionó tanto como la cara del final. Es un gran personaje.
Algunas cosas me parecieron naif, en cuanto a los discursitos que daba como cura, pero bueno, era un pibe muy golpeado -física y mentalmente-. Aún así, prefería su criterio al de todos los que lo rodeaban. Estaba aprendiendo y usando el recurso como podía. Lo di por válido.
Me quedo con la historia, que Malala describe perfecto, y que por lo menos a mí, me re cierra con ese final.
Creo, que los detalles de tono policial, están para mostrar que lo estaban cercando por todos lados, que la mentira no tenía mucho más tiempo.
Con respecto a los familiares, actúan como todo buen cristiano: haciendo lo contrario a lo que deberían, según su propio culto.
Sobre el accidente, no me parece mal que al final no sepamos de quién es la culpa, porque las dos partes terminaron sospechosas. Me gustó que fuera así porque reforzó lo que Daniel sentía: que lo importante era transitar y procesar el dolor o la venganza para poder sanar.
Daniel se sacrificó por una convicción profunda, nunca se desvío de lo que quería hacer (en cuánto lo supo). Me pareció genuino lo que se fue transformando en él, su búsqueda. Encontró el espacio por casualidad y lo peleó hasta sus últimas consecuencias.
Escucharlo cantar también fue muy lindo... tanto como la escena del micro en ese paisaje azulado al llegar al aserradero.
También rescato la escena de esa fiesta y su relación con los habitantes del pueblo, que remata anoticiándolos del uso del dinero de las donaciones para el funeral. Linda estocada, jajaaa