Como no tengo ninguna formación en la apreciación cinematográfica ni de otras artes suelo ser muy cauta a la hora de juzgar. Rara vez, creo, digo que una obra es buena o mala, un fracaso o una obra maestra y prefiero comentar qué me gustó o no desde un lugar muy relativo. Pero con esta película me sale decir que es pésima: no que me pareció sino que es. Igual sé que estoy bastante sola en esto porque estuve leyendo reseñas y la valoración positiva es casi unánime. El experimento que lleva a la creación del monstruo de Frankenstein me parece más razonable, sensato y creible que el que se propone acá. La “teoría” del profesor (que un poco de alcohol te desinhibe y por lo tanto te puede abrir la puerta a cierta creatividad reprimida) la firmaba cualquiera de nosotros que haya tomado más de una copa en una reunión social, pero de ahí a hacer de eso un método me parece que sólo puede ocurrírsele a alguien con dos años de edad mental, incapaz de medir las consecuencias posibles de sus acciones, Estos cuatro papanatas, que son profesores y tratan con adolescentes (incluso el protagonista tiene hijos de esa edad), nunca leyeron nada sobre alcoholismo/adiccciones? No se plantean que les puede costar el trabajo llevar bebidas a la escuela? Un profesor dándole alcohol a un alumno? Otro que va totalmente borracho a una reunión de profesores? Todo me resulta burdo y difícil de creer. Por más naturalizada que esté la bebida en Dinamarca no parece otro país, parece otro mundo, una realidad paralela (o para lelos, no sé) Cuando deciden cortar el experimento a tres no les cuesta nada mientras que a otro le resulta imposible. En el medio no hay nada, no hay dificultad a vencer: o es fácil o imposible, no hay AA, no hay círculo íntimo, no hay psicólogos, no hay lucha. Tal vez la imagen final pueda abrir una puerta a cierta ambiguedad pero no me queda claro. Todo me resultó ridículo e incluso en algunas escenas sentí verguenza ajena: los cuatro borrachos en ese almacén, la llamada final de la esposa o sobre todo, ese baile para el que nos vinieron preparando cada vez que se mencionaba el insólito pasado de bailarín de jazz(?) del protagonista. De lo peor que vi en mucho tiempo.
Ay, no sé, Malalis.... a mí me gustó bastante. No la vi tan ridícula. El tema es que me centré en 4 hombres, papanatas o no, que usan de excusa ese experimento sólo para salir de sus situaciones personales estancadas, o lo que sea, y refuerzan su amistad. Eso me pareció lo más importante. Me gustaron mucho las actuaciones. Incluso más las de los amigos que la de Mads Mikkelsen, je El baile al final me pareció mucho menos patético que otras incursiones de cuestiones corporales desubicadas como en The OA, por ejemplo. Eso sí me incomodó de verdad. Es más, estos muchachos bailan BIEN. Disfruté de la escena que bailan. También me gustaron mucho las escenas de preparación de los tragos o las diferentes copas y estilos que van apareciendo en los restaurantes. A mí no me parece difícil de creer nada que tenga que ver con la bebida y sus excesos. -------------------------------------- Tengo cuentos de mis viejos sobre Suecia, donde vivieron, que tiene una historia tremenda con el alcohol. Fue una tema grave de salud pública. Junto con Noruega y Finlandia tuvieron una Ley Seca, como EEUU, y el Estado siguió controlando mucho después. Por ejemplo, les pedían a los estudiantes extranjeros (mi vieja y otros amigos) que les compraran alcohol. Porque a ellos no les vendían. Además, a los de más de 20 años, si los encontraban más de 2 veces borrachos les prohibían la compra de alcohol por períodos determinados. Quedaban en un alista negra. Mi mamá cuenta que los suecos no tomaban como nosotros, charlando en una mesa o compartiendo, ponían las botellas que les compraban clandestinamente en el freezer y cuando estaban bien frías, se las tomaban completas y caían como moscas. La forma de tomar es terrible. (*) A diferencia de Suecia, Noruega o Finlandia, que tienen tiendas con un monopolio estatal + edades y horarios restringidos, en Dinamarca hay venta libre de alcohol. Y récords en el consumo en adolescentes. ----------------------------------------------- Volviendo a al peli... El final es abierto. No sabemos realmente si lo pueden controlar o no. Sólo se muestra una sensación de catarsis total, que mezclaba al mismo tiempo la felicidad de la llamada de Anika, la relación que lograron establecer con sus alumnos y el dolor de la pérdida de su amigo. No fue el momento de una conclusión sino de un arrebato.
Perdón el descuelgue... me había quedado esta peli en el tintero y ayer la vi. Tenía mis prejuicios porque asocio a Vinterberg con Submarino, película que padecí y detesté y no le deseo a nadie. Pero debo decir que Druk me gustó o, por lo menos, me interesó y la vi con ganas.
Coincido con Cora, el experimento no es más que una excusa para que estos cuatro amigos afronten sus frustraciones, una especie de juego mediante el cual terminan reconociendo que sus vidas han llegado a un punto en el que o pegan un volantazo o terminan de convertirse en zombies.
Es cierto que tiene sus momentos controvertidos, como sugerirle a un alumno tomar alcohol para superar sus bloqueos (¡y que funcione!), o ambiguos, como el final donde no sabemos si recaen o simplemente hacen catarsis luego de la tensión generada por toda la experiencia y la muerte del amigo.
Creo que hay que interpretar la película más por el lado metafórico que implica el experimento que por su literalidad. Me parece que más que pensar por ejemplo que Tommy se volvió alcohólico y perdió la vida, hay que pensar que Tommy terminó abrazado a la muerte porque no había en su vida nada luminoso, nada por recuperar, nada por lo que valiera la pena estar sobrio y dar la pelea (si hasta su perrito está ya en los tramos finales de su vida, no creo que sea un detalle casual).
Como no tengo ninguna formación en la apreciación cinematográfica ni de otras artes suelo ser muy cauta a la hora de juzgar. Rara vez, creo, digo que una obra es buena o mala, un fracaso o una obra maestra y prefiero comentar qué me gustó o no desde un lugar muy relativo. Pero con esta película me sale decir que es pésima: no que me pareció sino que es. Igual sé que estoy bastante sola en esto porque estuve leyendo reseñas y la valoración positiva es casi unánime.
ReplyDeleteEl experimento que lleva a la creación del monstruo de Frankenstein me parece más razonable, sensato y creible que el que se propone acá. La “teoría” del profesor (que un poco de alcohol te desinhibe y por lo tanto te puede abrir la puerta a cierta creatividad reprimida) la firmaba cualquiera de nosotros que haya tomado más de una copa en una reunión social, pero de ahí a hacer de eso un método me parece que sólo puede ocurrírsele a alguien con dos años de edad mental, incapaz de medir las consecuencias posibles de sus acciones,
Estos cuatro papanatas, que son profesores y tratan con adolescentes (incluso el protagonista tiene hijos de esa edad), nunca leyeron nada sobre alcoholismo/adiccciones? No se plantean que les puede costar el trabajo llevar bebidas a la escuela? Un profesor dándole alcohol a un alumno? Otro que va totalmente borracho a una reunión de profesores? Todo me resulta burdo y difícil de creer. Por más naturalizada que esté la bebida en Dinamarca no parece otro país, parece otro mundo, una realidad paralela (o para lelos, no sé)
Cuando deciden cortar el experimento a tres no les cuesta nada mientras que a otro le resulta imposible. En el medio no hay nada, no hay dificultad a vencer: o es fácil o imposible, no hay AA, no hay círculo íntimo, no hay psicólogos, no hay lucha. Tal vez la imagen final pueda abrir una puerta a cierta ambiguedad pero no me queda claro.
Todo me resultó ridículo e incluso en algunas escenas sentí verguenza ajena: los cuatro borrachos en ese almacén, la llamada final de la esposa o sobre todo, ese baile para el que nos vinieron preparando cada vez que se mencionaba el insólito pasado de bailarín de jazz(?) del protagonista.
De lo peor que vi en mucho tiempo.
Ay, no sé, Malalis.... a mí me gustó bastante.
ReplyDeleteNo la vi tan ridícula. El tema es que me centré en 4 hombres, papanatas o no, que usan de excusa ese experimento sólo para salir de sus situaciones personales estancadas, o lo que sea, y refuerzan su amistad. Eso me pareció lo más importante.
Me gustaron mucho las actuaciones. Incluso más las de los amigos que la de Mads Mikkelsen, je
El baile al final me pareció mucho menos patético que otras incursiones de cuestiones corporales desubicadas como en The OA, por ejemplo. Eso sí me incomodó de verdad. Es más, estos muchachos bailan BIEN. Disfruté de la escena que bailan.
También me gustaron mucho las escenas de preparación de los tragos o las diferentes copas y estilos que van apareciendo en los restaurantes.
A mí no me parece difícil de creer nada que tenga que ver con la bebida y sus excesos.
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Tengo cuentos de mis viejos sobre Suecia, donde vivieron, que tiene una historia tremenda con el alcohol. Fue una tema grave de salud pública. Junto con Noruega y Finlandia tuvieron una Ley Seca, como EEUU, y el Estado siguió controlando mucho después.
Por ejemplo, les pedían a los estudiantes extranjeros (mi vieja y otros amigos) que les compraran alcohol. Porque a ellos no les vendían. Además, a los de más de 20 años, si los encontraban más de 2 veces borrachos les prohibían la compra de alcohol por períodos determinados. Quedaban en un alista negra. Mi mamá cuenta que los suecos no tomaban como nosotros, charlando en una mesa o compartiendo, ponían las botellas que les compraban clandestinamente en el freezer y cuando estaban bien frías, se las tomaban completas y caían como moscas. La forma de tomar es terrible.
(*) A diferencia de Suecia, Noruega o Finlandia, que tienen tiendas con un monopolio estatal + edades y horarios restringidos, en Dinamarca hay venta libre de alcohol. Y récords en el consumo en adolescentes.
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Volviendo a al peli...
El final es abierto. No sabemos realmente si lo pueden controlar o no. Sólo se muestra una sensación de catarsis total, que mezclaba al mismo tiempo la felicidad de la llamada de Anika, la relación que lograron establecer con sus alumnos y el dolor de la pérdida de su amigo.
No fue el momento de una conclusión sino de un arrebato.
Perdón el descuelgue... me había quedado esta peli en el tintero y ayer la vi. Tenía mis prejuicios porque asocio a Vinterberg con Submarino, película que padecí y detesté y no le deseo a nadie. Pero debo decir que Druk me gustó o, por lo menos, me interesó y la vi con ganas.
ReplyDeleteCoincido con Cora, el experimento no es más que una excusa para que estos cuatro amigos afronten sus frustraciones, una especie de juego mediante el cual terminan reconociendo que sus vidas han llegado a un punto en el que o pegan un volantazo o terminan de convertirse en zombies.
Es cierto que tiene sus momentos controvertidos, como sugerirle a un alumno tomar alcohol para superar sus bloqueos (¡y que funcione!), o ambiguos, como el final donde no sabemos si recaen o simplemente hacen catarsis luego de la tensión generada por toda la experiencia y la muerte del amigo.
Creo que hay que interpretar la película más por el lado metafórico que implica el experimento que por su literalidad. Me parece que más que pensar por ejemplo que Tommy se volvió alcohólico y perdió la vida, hay que pensar que Tommy terminó abrazado a la muerte porque no había en su vida nada luminoso, nada por recuperar, nada por lo que valiera la pena estar sobrio y dar la pelea (si hasta su perrito está ya en los tramos finales de su vida, no creo que sea un detalle casual).
Aquí está más que aceptado el comentario desfasado, Marian! Es más, me quedan unos cuantos pendientes, je
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