Saturday, June 27, 2020

2020.06.29: Martin Eden (Pietro Marcello, 2019)




Esta semana vemos Martin Eden de Pietro Marcello, esperamos sus comentarios.

5 comments:

  1. No puedo decir que Martin Eden me haya encantado pero por alguna razón la encontré muy fascinante, como si fuera un material de estudio.

    La trama me resulta muy humana y Martin es un personaje complejo e interesante. Se entiende su necesidad de educarse y evidentemente tiene una fuerza interior que lo guía hacia el lugar exacto al que quiere ir. No se deja vencer por las primeras dificultades e insiste en lograr su objetivo hasta alcanzarlo. Es muy frustrante que en ese desarrollo llega a un lugar donde está totalmente solo: su creencia en el individuo lo aleja de sus raíces, pero como no puede desprenderse del todo de ellas tampoco es aceptado en el círculo al que pretende acceder. Aunque también creo que él mismo decide apartarse ya que al ampliar su capacidad de entendimiento empieza a advertir actitudes de sus integrantes que encuentra despreciables, aunque en algún momento las haya adptado (el comentario despectivo respecto a Margherita en el bar). Su recorrido sólo podía terminar como lo hace.

    En cuanto a lo formal hay algunas elecciones que me encantaron: las escenas monocromáticas (no son solo blanco y negro, creo) que denotan los relatos o cuestiones que creo entrever en el uso del color. Otras me desconcertaron, principalmente las que refieren a la ubicación temporal de la acción. La casa de Elena parece del fin de 1800 y en la casa de la hermana de Martin hay un televisor y vemos algunos autos de 1960 (creo) en la calle. Hacia el final se habla de la guerra. En qué año estamos? Por qué hace eso? Me sacó mucho de la película.

    Sobre el color, Elena usa mucho celeste (también marrón) y Margherita rojo, supongo que refleja sus aspectos intelectual y físico (hay algo interesante en las escenas en las que aparece Elena diciendo los textos de sus cartas en primer plano: en la primera el fondo es celeste; en la segunda cuando ya se declararon su amor, rojo - fotos acá: https://photos.app.goo.gl/Dt7xhz94iWiRz1Qi9). Pero también la clase, ya que el rojo es el de las banderas socialistas, movimiento que tanto lo atrae como lo repele. Por último me llamó la atención que en un ambiente de su casa final ques se muestra varias veces predominan esos dos colores, igual que la ropa de Margharita en esta escena: https://photos.app.goo.gl/Dt7xhz94iWiRz1Qi9 (por ahí ese marmol no es rojo pero es muy parecido, jajaja)

    Hay también un par de escenas en las que está Martin donde parece confundirse con el entorno, ocurren cuando escribe. Sólo puede encontrar la armonía en esos momentos. (https://photos.app.goo.gl/Dt7xhz94iWiRz1Qi9)

    Se que estoy tensando mucho la cuerda, pero bueno, estamos también para divertirnos.

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    1. Salieron mal los links, me repitió el primero las otras dos veces. Van de nuevo:
      https://photos.app.goo.gl/6u2kX19Gs7ax1WxEA
      https://photos.app.goo.gl/x7bEjcWcbafrZsTB7

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    2. No vi la película, pero las fotos que cargaste y algo que leí me dieron ganas de hacerlo.

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  2. Tengo mis tiempos pero no dejo nada pendiente y vuelvo hasta aquí para decir que esta peli me encantó. Me fascinó.
    Adoro este tipo de cine y siempre me atraen los atormentados, diría que son imprescindibles para las historias interesantes. Porque el tormento de Martin Eden, va mucho más hondo que el tema amoroso, ese que termina, además de humillándolo, cansándolo, asquéandolo. El rescate de su esencia viene de otros vínculos mucho más sanos, poderosos y hermosos, su amigo Nino, su hermana -como puede-, Russ y María con sus hijos. A ellos les dedica lo que le queda por dar, y no hablo sólo de lo económico.
    No puedo dejar de pensar en las imágenes, en los colores, en la cara de Luca Marinelli/Martin.... tan expresivo que duele. Pero nunca empalaga. Y tampoco puedo dejar de pensar en su voz.
    Me hacía ruido su choque con el socialismo y su individualismo a ultranza. Así que fui a leer... No puedo creer que sea una novela de Jack London. Y que además sea autobiográfica. Sin embargo, dice la nota:
    "Eden se diferencia de London en que rechaza el socialismo y lo ataca como "moral de esclavos"; se funda en un individualismo nietzscheano. En una nota a Upton Sinclair, London escribió: "Uno de mis motivos en este libro fue atacar al individualismo (en la persona del héroe). Debo haberme confundido, ya que ni un solo crítico lo ha descubierto"."
    Qué fuerte ver todo trasladado a Italia.... GOLAZO.
    Y qué fuerte ese final, a lo Alfonsina...

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  3. Me quedé pensando en dos cosas que no termino de comprender, por lo menos en los términos que pretendo. Dos cosas que menciona Malala, el uso de las imágenes monocromáticas y su relación con la trama y el tema temporal. Así que seguí buscando y encontré un análisis que me gustó, me cerró y que me obliga a verla de nuevo con toda esta información en mano, quiero retener cada detalle.
    Leo:
    «Recupero la cuestión del tiempo, pues ligada a la caída a los infiernos personales del protagonista queda una de las señas identificativas del cine de Pietro Marcello, y otra agradable sorpresa. Dos recursos que, desde la forma, elevan el drama de Eden y subrayan su desvío de una temporalidad sana y compartida. Por un lado, la inserción de pedazos de imágenes de archivo, totalmente independientes y desvinculadas de causalidad alguna, en medio de la trama. Marcello, que ya había recurrido a la imagen ready-made hace diez años, para En la boca del lobo, vuelve a ella para incorporar un elemento de temporalidad compartida –pequeños vistazos a la historia pasada– que, en un sentido durkheimiano, se aleja cada vez más del individualismo en presente del protagonista. La vida de él, una figura tan hecha a sí misma que parece que no pueda tener historia compartida, topará, de tanto en tanto, con retazos de un paisaje humano inalcanzable por la misma materia de la imagen; un analógico de tonos saturados. Estos cortes instantes, alegres (dos niños bailando el twist) o crueles (el niño del que se ríen en clase), que viven y se recuperan, al fin y al cabo identifican lo que Eden, en su afán por hacer historia, nunca podrá tener: momentos de auténtica conexión con la gente (el soldado y su mujer), con los lugares (las masas), incluso con su propia temporalidad (el galeón).

    Pues el tiempo de Eden es, y no es. Y he aquí la sorpresa que anteriormente mencionaba; cuando una trata de establecer el período histórico en que se desarrolla la trama, surge el gran interrogante: ¿Por qué Elena va vestida al estilo de finales del siglo XIX - principios del XX, mientras en la radio suena música disco de los 60? ¿De qué «gran guerra por llegar» habla el anciano de la playa? El relato, en Martin Eden, es anacrónico y así, de alguna forma, lo pide el propio protagonista que, incapaz de conectar con la sociedad que lo envuelve (solo la familia de María parece reconfortarle), aislado en su propio genio, acaba viviendo también su propia historia. Una historia líquida, anti-cronológica, que –en términos de su amado Nietzsche– tendría como centro a un individuo condenado al eterno retorno».

    Dejo la nota completa >>
    https://www.elantepenultimomohicano.com/2019/09/critica-martin-eden.html

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