Me gusta mucho esta película por cómo integra elementos propios del género de robos -el cerebro del robo, la definición de un buen plan, encontrar los participantes adecuados, el fracaso o la complicación de alguna de las etapas del plan-, en un escenario propio del policial negro: la corrupción de estamentos de la sociedad que deberían ser ejemplares (policía y abogado), la codicia, la delación, la ciudad como teatro de operaciones de esa sociedad corrompida. Y por supuesto la estética del noir, con su iluminación y encuadres expresionistas, sus escenas nocturnas -en este caso contrapuestas a la luminosidad y la amplitud del espacio rural del final-.
También es interesante cómo articula Huston estos mundos: los genéricos -a través de la necesidad de Doc de que el robo sea financiado y de Emmerich de hacerse de dinero para dejar tras de sí su bancarrota y a su mujer "vieja" y enferma- y los del par opuesto ciudad-campo, a través del personaje de Dix.
Los personajes son todos muy interesantes, están muy bien definidos con algunos sólo con pocos trazos: Cobby que no para de sudar, Doc a quien se le van los ojos por las chicas jóvenes, Dix con su sueño de volver a un paraíso perdido, Doll enamorada y fiel hasta las últimas consecuencias, Emmerich con su doble vida y así.
Los atracadores no son gangsters, no son tipos desagradables: uno tiene familia, otro ama a los gatos y tiene una joroba, el Doc es todo un caballero...
Y lo que me encanta es el final: Dix muriendo en el campo acompañado por los caballos a plena luz del día. Me recuerda el final de A perfect world de Clint Eastwood, otra película notable, de mis preferidas de Clint (por lo que estoy leyendo en Espinof.com, no soy original al ver este vínculo entre ambas películas que obviamente es al revés).
Para terminar, una mención a las actuaciones, están realmente muy bien.
Me gusta mucho esta película por cómo integra elementos propios del género de robos -el cerebro del robo, la definición de un buen plan, encontrar los participantes adecuados, el fracaso o la complicación de alguna de las etapas del plan-, en un escenario propio del policial negro: la corrupción de estamentos de la sociedad que deberían ser ejemplares (policía y abogado), la codicia, la delación, la ciudad como teatro de operaciones de esa sociedad corrompida. Y por supuesto la estética del noir, con su iluminación y encuadres expresionistas, sus escenas nocturnas -en este caso contrapuestas a la luminosidad y la amplitud del espacio rural del final-.
ReplyDeleteTambién es interesante cómo articula Huston estos mundos: los genéricos -a través de la necesidad de Doc de que el robo sea financiado y de Emmerich de hacerse de dinero para dejar tras de sí su bancarrota y a su mujer "vieja" y enferma- y los del par opuesto ciudad-campo, a través del personaje de Dix.
Los personajes son todos muy interesantes, están muy bien definidos con algunos sólo con pocos trazos: Cobby que no para de sudar, Doc a quien se le van los ojos por las chicas jóvenes, Dix con su sueño de volver a un paraíso perdido, Doll enamorada y fiel hasta las últimas consecuencias, Emmerich con su doble vida y así.
Los atracadores no son gangsters, no son tipos desagradables: uno tiene familia, otro ama a los gatos y tiene una joroba, el Doc es todo un caballero...
Y lo que me encanta es el final: Dix muriendo en el campo acompañado por los caballos a plena luz del día. Me recuerda el final de A perfect world de Clint Eastwood, otra película notable, de mis preferidas de Clint (por lo que estoy leyendo en Espinof.com, no soy original al ver este vínculo entre ambas películas que obviamente es al revés).
Para terminar, una mención a las actuaciones, están realmente muy bien.
Perdón, fui yo la del comentario
ReplyDelete