Por lo que se ve en esta película la realidad sería, paradójicamente, más intrincada que los sueños. La primera parte, la que está basada en dos tiempos, me resultó muy confusa y difícil de seguir. Una foto que pensé que era de la madre, tal vez era de Wan Qiwen, o tal vez eran dos fotos distintas; nunca supe bien que sucedía en el pasado y qué el presente, sólo lo tenía claro en aquellas escenas en que aparece Wan Qiwen (y tal vez esa sea la clave); en general estuve bastante perpleja y en estado de desorientación. Pero se entiende la premisa general: un hombre busca (en el presente) a una mujer de la que se enamoró (en el pasado) y esos dos tiempos se suceden alternativmente durante la primera parte y eso es suficiente. Porque lo que importa acá son los detalles, las referencias sutiles, los comentarios hechos como al pasar. Esas minucias a las que no le damos importancia pero que quedan resonando y vuelven en nuestros sueños. A diferencia de la primera parte, la segunda, la del sueño, es de una claridad inapelable. Es evidente como se sucede todo gracias a la elección hecha para filmarla. No hay duda sobre qué sucede primero y que después. Y todo tiene una explicación cuando se lo liga a la primera parte. Aparecen objetos y situaciones que fueron mencionados antes pero distorsionados o fuera de lugar: el nene que juega ping pong, el karaoke, la casa que gira y muchos más. Pero sobre todo ella, que es la misma pero también otra. Otro estilo más terrenal, otro color de cabello y peinado y, lo que más me llamó la atención, vestida de rojo. Esto me hizo pensar que Luo empieza a dudar de Wan Qiwen: durante su búsqueda se dice que es una mujer que usa a los hombres y luego desaparece. Que la Wan Qiwen del sueño use el color opuesto al que usa en la realidad y que diga en un momento "No soy la que buscas" da la idea de que Luo empieza a pensar que la que busca tal vez sea una persona distinta/opuesta de la que recuerda. Como en toda situación en la que podemos hacer conexiones esta última parte es una experiencia muy gratificante. Quiero volver a verla, sobre todo la primera parte, que supongo ganará en legibilidad con una segunda mirada. Toda la película es de una belleza increíble. En general los desafíos técnicos no me interesan demasiado pero sin duda que el plano secuencia contribuye mucho a darle el carácter onírico a esa segunda parte. Como dije antes: no es una película sobre un hombre que busca a una mujer; es una sobre cómo se hacen los sueños.
Coincido mucho Malala con lo que decís de la peli. Quizás no se me hizo tan confusa la primera parte, no porque haya entendido mucho, me parece que me abandoné a esa confusión, la tomé como algo propio de ese estilo un tanto onírico, metafórico y no me incomodó como podría pasar con una película policial donde no seguir la trama te expulsa, al contrario, esta película es muy envolvente.
Hacía ya un tiempo que no miraba cine chino y volví a sentirme arrobada (del viejo verbo arrobar...).
La película me trajo mil evocaciones: recordé los climas melancólicos de Wong Kar-wai envueltos en humo de cigarrillo, a Tsai Ming-Liang en esa casa inundada y en ese primerísimo primer plano de Luo (¿?) joven llorando mientras come una manzana, Three times de Hsou Hsiao-Hsien posiblemente por el uso de la misma actriz para personificar a dos mujeres distintas y por la historia de amor en diferentes épocas y también a A touch of sin de Jia Zhangke, esta última supongo que por la diversidad de espacios y por esos pueblos del interior, un poco dejados de la mano de Dios que se ven bastante seguido en sus películas.
La disfruté y me dieron ganas de volver a ver películas de todos estos directores y me encantaron las escenas en las que se escucha la voz en off de Luo, podría enamorarme perfectamente de alguien que me hable así en mandarín aunque me esté leyendo la lista de las compras.
Otro detalle: la música, es muy buena, acompaña muy bien, ayuda a construir el clima.
Creo que me gustó más estéticamente la primera parte.
Y entre las evocaciones, también me hizo acordar a algunas novelas de Haruki Murakami, especialmente a La caza del carnero salvaje (¿quizás por el chico con la calavera de carnero?). Hay algo en la película de esos juegos surrealistas que propone Murakami con el espacio y el tiempo, como si todo transcurriera en una banda de Moëbius.
Me gustó la película, pero me gustaron mucho más los comentarios de Malala y Mariana. La película se me hizo larga y, por momentos, bastante naif en alegorías y comentarios explicando lo obvio. Me gustaron mucho las imágenes de la primera parte, y me resultó más interesante y dinámica (sin dudas por la ayuda del plano secuencia) la trama en la segunda parte.
Lo de Mariana es una verdadera introducción al cine chino y taiwanés! Gracias Mariana!
Me gustó mucho la peli, y coincido con Malala, da para verla una segunda vez y recuperar todas las pistas previas para poder recuperar cada detalle que nos fue regalado. Estuve perdida, pero como dicen todos, disfrutando de la navegación sin mapa. Tomando notas. A nivel imágenes no sé qué decir sin ser pesada... son tan impactantes. La casa que goteaba me hizo acordar a Stalker y el agua en todas sus formas, o a la opuesta e imposible casa prendida fuego de Sinécdoque. La música es perfecta. Perfecta. Las manzanas que caen de los cestos del caballo me llevan a la escena de las manzanas en La infancia de Iván, no sé por qué.... Me encantó la escena del karaoke y el sombrero blanco. Bellísima. Creo que el sombrero blanco vuelve a aparecer en otro momento, tendría que revisar todo. Me quedan grabados el vestido verde, la casa de agua, las manzanas, el sobrevuelo sobre el festival de música, que brilla en la película pero que es lo más deprimente de todo. Tal vez sueñe esta noche.
Sí, y la mesa que tiembla con el vaso que se mueve también es Stalker: la zona, y el chico con la cabeza de carnero (o de lo que sea) es Inland Empire, de Lynch, y la casa prendida fuego Sinécdoque, y Malina (1991), de Werner Schroeter, con Isabelle Huppert prendiendo fuego cartas adentro de la casa y paseándose por los ambientes mientras todo arde
Una película acerca de la forma en que nacen los sueños.
ReplyDeletePor lo que se ve en esta película la realidad sería, paradójicamente, más intrincada que los sueños.
ReplyDeleteLa primera parte, la que está basada en dos tiempos, me resultó muy confusa y difícil de seguir. Una foto que pensé que era de la madre, tal vez era de Wan Qiwen, o tal vez eran dos fotos distintas; nunca supe bien que sucedía en el pasado y qué el presente, sólo lo tenía claro en aquellas escenas en que aparece Wan Qiwen (y tal vez esa sea la clave); en general estuve bastante perpleja y en estado de desorientación. Pero se entiende la premisa general: un hombre busca (en el presente) a una mujer de la que se enamoró (en el pasado) y esos dos tiempos se suceden alternativmente durante la primera parte y eso es suficiente. Porque lo que importa acá son los detalles, las referencias sutiles, los comentarios hechos como al pasar. Esas minucias a las que no le damos importancia pero que quedan resonando y vuelven en nuestros sueños.
A diferencia de la primera parte, la segunda, la del sueño, es de una claridad inapelable. Es evidente como se sucede todo gracias a la elección hecha para filmarla. No hay duda sobre qué sucede primero y que después. Y todo tiene una explicación cuando se lo liga a la primera parte. Aparecen objetos y situaciones que fueron mencionados antes pero distorsionados o fuera de lugar: el nene que juega ping pong, el karaoke, la casa que gira y muchos más. Pero sobre todo ella, que es la misma pero también otra. Otro estilo más terrenal, otro color de cabello y peinado y, lo que más me llamó la atención, vestida de rojo. Esto me hizo pensar que Luo empieza a dudar de Wan Qiwen: durante su búsqueda se dice que es una mujer que usa a los hombres y luego desaparece. Que la Wan Qiwen del sueño use el color opuesto al que usa en la realidad y que diga en un momento "No soy la que buscas" da la idea de que Luo empieza a pensar que la que busca tal vez sea una persona distinta/opuesta de la que recuerda.
Como en toda situación en la que podemos hacer conexiones esta última parte es una experiencia muy gratificante.
Quiero volver a verla, sobre todo la primera parte, que supongo ganará en legibilidad con una segunda mirada.
Toda la película es de una belleza increíble. En general los desafíos técnicos no me interesan demasiado pero sin duda que el plano secuencia contribuye mucho a darle el carácter onírico a esa segunda parte.
Como dije antes: no es una película sobre un hombre que busca a una mujer; es una sobre cómo se hacen los sueños.
Coincido mucho Malala con lo que decís de la peli. Quizás no se me hizo tan confusa la primera parte, no porque haya entendido mucho, me parece que me abandoné a esa confusión, la tomé como algo propio de ese estilo un tanto onírico, metafórico y no me incomodó como podría pasar con una película policial donde no seguir la trama te expulsa, al contrario, esta película es muy envolvente.
ReplyDeleteHacía ya un tiempo que no miraba cine chino y volví a sentirme arrobada (del viejo verbo arrobar...).
La película me trajo mil evocaciones: recordé los climas melancólicos de Wong Kar-wai envueltos en humo de cigarrillo, a Tsai Ming-Liang en esa casa inundada y en ese primerísimo primer plano de Luo (¿?) joven llorando mientras come una manzana, Three times de Hsou Hsiao-Hsien posiblemente por el uso de la misma actriz para personificar a dos mujeres distintas y por la historia de amor en diferentes épocas y también a A touch of sin de Jia Zhangke, esta última supongo que por la diversidad de espacios y por esos pueblos del interior, un poco dejados de la mano de Dios que se ven bastante seguido en sus películas.
La disfruté y me dieron ganas de volver a ver películas de todos estos directores y me encantaron las escenas en las que se escucha la voz en off de Luo, podría enamorarme perfectamente de alguien que me hable así en mandarín aunque me esté leyendo la lista de las compras.
Otro detalle: la música, es muy buena, acompaña muy bien, ayuda a construir el clima.
Creo que me gustó más estéticamente la primera parte.
Y entre las evocaciones, también me hizo acordar a algunas novelas de Haruki Murakami, especialmente a La caza del carnero salvaje (¿quizás por el chico con la calavera de carnero?). Hay algo en la película de esos juegos surrealistas que propone Murakami con el espacio y el tiempo, como si todo transcurriera en una banda de Moëbius.
Me gustó la película, pero me gustaron mucho más los comentarios de Malala y Mariana. La película se me hizo larga y, por momentos, bastante naif en alegorías y comentarios explicando lo obvio. Me gustaron mucho las imágenes de la primera parte, y me resultó más interesante y dinámica (sin dudas por la ayuda del plano secuencia) la trama en la segunda parte.
ReplyDeleteLo de Mariana es una verdadera introducción al cine chino y taiwanés! Gracias Mariana!
Les dejo el link de una muy buena crítica:
https://www.espinof.com/criticas/largo-viaje-noche-demostracion-pulso-creativo-que-no-hace-ascos-al-lirismo-a-musculatura-3d
Jajaja! Gracias Leo!!!
ReplyDeleteMe gustó mucho la peli, y coincido con Malala, da para verla una segunda vez y recuperar todas las pistas previas para poder recuperar cada detalle que nos fue regalado. Estuve perdida, pero como dicen todos, disfrutando de la navegación sin mapa. Tomando notas.
ReplyDeleteA nivel imágenes no sé qué decir sin ser pesada... son tan impactantes. La casa que goteaba me hizo acordar a Stalker y el agua en todas sus formas, o a la opuesta e imposible casa prendida fuego de Sinécdoque. La música es perfecta. Perfecta. Las manzanas que caen de los cestos del caballo me llevan a la escena de las manzanas en La infancia de Iván, no sé por qué....
Me encantó la escena del karaoke y el sombrero blanco. Bellísima. Creo que el sombrero blanco vuelve a aparecer en otro momento, tendría que revisar todo.
Me quedan grabados el vestido verde, la casa de agua, las manzanas, el sobrevuelo sobre el festival de música, que brilla en la película pero que es lo más deprimente de todo.
Tal vez sueñe esta noche.
Sí, y la mesa que tiembla con el vaso que se mueve también es Stalker: la zona, y el chico con la cabeza de carnero (o de lo que sea) es Inland Empire, de Lynch, y la casa prendida fuego Sinécdoque, y Malina (1991), de Werner Schroeter, con Isabelle Huppert prendiendo fuego cartas adentro de la casa y paseándose por los ambientes mientras todo arde
DeleteSeee ese vaso! Lo amo....
DeleteParece que no hace más que recordarnos otras pelis...
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