Algunos aspectos que me gustaron de la película: - Los personajes secundarios: Catrina, la señora operadora del equipo de radio, el viejo dueño del bote o el otro que entrena halcones, todos son personas vivas e interesantes. - Roger Livesey - los perros de Catrina - Roger Livesey - La hermosa cinematografía en blanco y negro. Preciosas esas escenas en la bruma. - Roger Livesey - Los elementos fantásticos: los deseos y la maldición, las leyendas y el folklore. - Roger Livesey - La cabina de teléfono al lado de la cascada! Muy linda peli, lástima que los dos cínicos con quienes la vi me arruinaron el romántico final...
Un final fuera de caja, que tira por la canaleta de la grasada y la demagogia todas las cosas buenas que venía articulando la historia. Maldigo a esos 3 gaiteros.
La gran pregunta de esta película es: por qué se enamora Torquil de Joan?.(por qué se enamora Joan de Torquil es obvio y no merece para mi ninguna reflexión). Es interesada, fría hasta exponer la vida de los demás y, si bien no alcanza a ser despreciativa, tampoco busca contactar con quienes la rodean: sólo piensa en su objetivo. Esta descripción negativa y la, en principio inentendible, atracción que ejerce sobre Torquil nos lleva hacer la defensa de Joan: es una mujer moderna. Tiene un objetivo y actúa para cumplirlo. Me pueden discutir que tener como objetivo casarte con un millonario no es moderno pero me parece a mi que, en esa época, tener una meta, sea cual fuese, y luchar por ella ya es un mérito. Joan no se queda esperando a que le pasen las cosas, las provoca. Por ese objetivo Joan se separa de su familia y emprende un largo viaje sola, se pone a la gente en contra y poco le importa lo que piensen de ella. Para mi es esa determinación es la que la hace atractiva para Torquil.
Otras preguntas menores y de respuesta inmediata: - Cuanto le suma a un hombre fumar en pipa? Mucho. - Cuánto le resta usar kilt? Si es Roger Livesey apenas un 5%.
Evidentemente Malala no está siendo objetiva y eso es una desilusión para mi. Usar kilt le resta todo, salvo cuando usan planos de la cintura para arriba.
Insisto, todo análisis de la historia deja de tener importancia porque "el amor triunfa". Eso es todo.
Michael Powell y Emeric Pressburger, "The Archers", hicieron "I know..." sobre la marcha; escribieron para saber qué pasaba. Era un "quicky", una película para hacer rápidamente con poco presupuesto. Powell se fué a Las islas Hebridas en Escocia, uno de sus amores, llevando con él al cinematografista Erwin Hillier. El actor principal, Roger Livesey, un favorito de Powell, no estaba disponible porque en esos momentos hacía teatro en el West End. Viajó unas pocas veces y otras escenas de interiores se filmaron en Londres. Así se hizo "I know..", en 1945, es decir hacia el fin de la guerra (la WWII, recordamos, para los más jóvenes o para los olvidadizos), pero sin ocuparse de ella. Powell lo había hecho ya, esto de ocuparse, con películas patrióticas pero medidas, muy inglesas, en las que los alemanes, algunos de ellos, eran vistos con ecuanimidad. Para inmenso disgusto de Winston Churchill, que quiso prohibir "The life and death of Colonel Blimp". presente en este ciclo. Lo cierto es que resultó un film inolvidable, una comedia romántica gloriosamente hecha y actuada, un clásico, aún hoy amada por muchos. Powell no era prolijo, pero era creativo y sensible. Hay magia en esta película, y cuando se habla de la magia del cine, el primer nombre que surge es el de Michael Powell, que habría de hacer obras más explícitamente mágicas. Pero aquí, en esta Escocia encantada, con halcones amaestrados reemplazados por águilas, imensos maeltroms que sirven para declarar amor, y castillos semideruidos con una maldición explícita pero con doble sentido, podemos percibirlo con claridad. Se nos hace compartir una atmósfera intimista, con personajes creíbles, pero admirablemente escoceses, que no olvida sino hace protagonista, sin embargo, a una geografía agreste pero grandiosa, serena y sin dar cuartel como los escoceses mismos, pobres porque no les importa el dinero, como se dice en el film (para asombro de la protagonista) y fotografiada en blanco y negro, por supuesto, y magistralmente. En este ambiente de gente a la vez hosca, sincera (chocante para una inglesa como la protagonista) y cordial, en donde el sonido de las resonantes "rrrr" escocesas reverbera, y el ritmo de las voces escoceses lo invade todo, llega para casarse con un magnate igualmente inglés la joven inglesa materialista que sabe muy firmemente lo que quiere. Conoce a un marino que a la vez es dueño, pero pobre, de la isla que el consorte industrial millonario ha alquilado planeando un romántico casamiento. El tiempo, tormentoso y feroz se opone al cruce para el que todo estaba dispuesto; quizás el tiempo tiene sus propios planes, o sabe lo que sobrevendrá.Y ya sabemos lo que pasa. La cuestión es la manera deliciosa en que se cuenta lo que ya sabemos que va a pasar. Y todo es admirablemente local, auténtico, ¡y sin abusar de las gaitas!l. La decidida muchacha es Wendy Hiller, la verdadera Eliza Doolitle, en la verdadera versión cinematográfica de Pygmalion, ocasional visitante de los estudios, más afincada en el teatro, magnífica en "La comandante Bárbara", también de Bernard Shaw, y más contemporaneamente, en "Mesas separadas", donde creo que ganó un Oscar. Y el Roger Livesey, con esa impagable voz afónica, que llamó la atención de Malala, era en realidad inglés, aunque aquí sea escoces y en algún momento revele su identidad (es un laird, el escoces por lord) vistiendo un kilt. De pasó, no creo que los kilts disminuyan la masculinidad. Me parecen elegantes y muestran una cierta altivez. Así como las gaitas pueden sonar magníficas en un desfile militar, siempre que sea de escoceses. Como los kilts, transmiten una firmeza no exenta de humor y delicadeza. Pero no se peleen con ellos!
Algunos aspectos que me gustaron de la película:
ReplyDelete- Los personajes secundarios: Catrina, la señora operadora del equipo de radio, el viejo dueño del bote o el otro que entrena halcones, todos son personas vivas e interesantes.
- Roger Livesey
- los perros de Catrina
- Roger Livesey
- La hermosa cinematografía en blanco y negro. Preciosas esas escenas en la bruma.
- Roger Livesey
- Los elementos fantásticos: los deseos y la maldición, las leyendas y el folklore.
- Roger Livesey
- La cabina de teléfono al lado de la cascada!
Muy linda peli, lástima que los dos cínicos con quienes la vi me arruinaron el romántico final...
Un final fuera de caja, que tira por la canaleta de la grasada y la demagogia todas las cosas buenas que venía articulando la historia. Maldigo a esos 3 gaiteros.
DeleteQuién es Roger Livesey?
DeleteEsta discusión ya la presencié.
DeleteLa gran pregunta de esta película es: por qué se enamora Torquil de Joan?.(por qué se enamora Joan de Torquil es obvio y no merece para mi ninguna reflexión). Es interesada, fría hasta exponer la vida de los demás y, si bien no alcanza a ser despreciativa, tampoco busca contactar con quienes la rodean: sólo piensa en su objetivo.
ReplyDeleteEsta descripción negativa y la, en principio inentendible, atracción que ejerce sobre Torquil nos lleva hacer la defensa de Joan: es una mujer moderna. Tiene un objetivo y actúa para cumplirlo. Me pueden discutir que tener como objetivo casarte con un millonario no es moderno pero me parece a mi que, en esa época, tener una meta, sea cual fuese, y luchar por ella ya es un mérito. Joan no se queda esperando a que le pasen las cosas, las provoca. Por ese objetivo Joan se separa de su familia y emprende un largo viaje sola, se pone a la gente en contra y poco le importa lo que piensen de ella.
Para mi es esa determinación es la que la hace atractiva para Torquil.
Otras preguntas menores y de respuesta inmediata:
- Cuanto le suma a un hombre fumar en pipa? Mucho.
- Cuánto le resta usar kilt? Si es Roger Livesey apenas un 5%.
Evidentemente Malala no está siendo objetiva y eso es una desilusión para mi. Usar kilt le resta todo, salvo cuando usan planos de la cintura para arriba.
DeleteInsisto, todo análisis de la historia deja de tener importancia porque "el amor triunfa". Eso es todo.
Srta Cora, la Sra Malala, aunque no lo parezca a simple vista, es una romántica incorregible.
DeleteLa sra Malala se las va a tener que ver conmigo y yo también soy persistente, estimada Lola. ;-)
DeleteMichael Powell y Emeric Pressburger, "The Archers", hicieron "I know..." sobre la marcha; escribieron para saber qué pasaba. Era un "quicky", una película para hacer rápidamente con poco presupuesto. Powell se fué a Las islas Hebridas en Escocia, uno de sus amores, llevando con él al cinematografista Erwin Hillier. El actor principal, Roger Livesey, un favorito de Powell, no estaba disponible porque en esos momentos hacía teatro en el West End. Viajó unas pocas veces y otras escenas de interiores se filmaron en Londres.
ReplyDeleteAsí se hizo "I know..", en 1945, es decir hacia el fin de la guerra (la WWII, recordamos, para los más jóvenes o para los olvidadizos), pero sin ocuparse de ella. Powell lo había hecho ya, esto de ocuparse, con películas patrióticas pero medidas, muy inglesas, en las que los alemanes, algunos de ellos, eran vistos con ecuanimidad. Para inmenso disgusto de Winston Churchill, que quiso prohibir "The life and death of Colonel Blimp". presente en este ciclo.
Lo cierto es que resultó un film inolvidable, una comedia romántica gloriosamente hecha y actuada, un clásico, aún hoy amada por muchos. Powell no era prolijo, pero era creativo y sensible. Hay magia en esta película, y cuando se habla de la magia del cine, el primer nombre que surge es el de Michael Powell, que habría de hacer obras más explícitamente mágicas. Pero aquí, en esta Escocia encantada, con halcones amaestrados reemplazados por águilas, imensos maeltroms que sirven para declarar amor, y castillos semideruidos con una maldición explícita pero con doble sentido, podemos percibirlo con claridad. Se nos hace compartir una atmósfera intimista, con personajes creíbles, pero admirablemente escoceses, que no olvida sino hace protagonista, sin embargo, a una geografía agreste pero grandiosa, serena y sin dar cuartel como los escoceses mismos, pobres porque no les importa el dinero, como se dice en el film (para asombro de la protagonista) y fotografiada en blanco y negro, por supuesto, y magistralmente.
En este ambiente de gente a la vez hosca, sincera (chocante para una inglesa como la protagonista) y cordial, en donde el sonido de las resonantes "rrrr" escocesas reverbera, y el ritmo de las voces escoceses lo invade todo, llega para casarse con un magnate igualmente inglés la joven inglesa materialista que sabe muy firmemente lo que quiere. Conoce a un marino que a la vez es dueño, pero pobre, de la isla que el consorte industrial millonario ha alquilado planeando un romántico casamiento. El tiempo, tormentoso y feroz se opone al cruce para el que todo estaba dispuesto; quizás el tiempo tiene sus propios planes, o sabe lo que sobrevendrá.Y ya sabemos lo que pasa. La cuestión es la manera deliciosa en que se cuenta lo que ya sabemos que va a pasar. Y todo es admirablemente local, auténtico, ¡y sin abusar de las gaitas!l.
La decidida muchacha es Wendy Hiller, la verdadera Eliza Doolitle, en la verdadera versión cinematográfica de Pygmalion, ocasional visitante de los estudios, más afincada en el teatro, magnífica en "La comandante Bárbara", también de Bernard Shaw, y más contemporaneamente, en "Mesas separadas", donde creo que ganó un Oscar. Y el Roger Livesey, con esa impagable voz afónica, que llamó la atención de Malala, era en realidad inglés, aunque aquí sea escoces y en algún momento revele su identidad (es un laird, el escoces por lord) vistiendo un kilt. De pasó, no creo que los kilts disminuyan la masculinidad. Me parecen elegantes y muestran una cierta altivez. Así como las gaitas pueden sonar magníficas en un desfile militar, siempre que sea de escoceses. Como los kilts, transmiten una firmeza no exenta de humor y delicadeza. Pero no se peleen con ellos!
Se lo extrañaba, Héctor!! Gracias por el contexto, como siempre. Me suma mucho.
Delete