Monday, February 10, 2014

Lunes 10 de febrero: The Grapes of Wrath


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3 comments:

  1. Banquen, entré en vacaciones!!! Prometo verla, aunque me destroce el alma.... peli del demonio.

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  2. Hollywood, 1940. De acuerdo a la tradición, la familia Joad, huyendo de los dust blowers que azotaron Oklahoma por esa época, y la Depresión, por azar haría que su destartalado camión se llevara por delante un montículo, del cual surgiría un enorme chorro de petroleo, que los embadurnaría ricos para siempre y llenos de felicidad. O una rubia deslumbrante en un auto descapotado también deslumbrante, recogería en el camino a Tom y surgiría el amor.
    Pero nada de esto pasa en "Grapes of Wrath", una de las obras maestras de John Ford, oscura, amarga y realista como raramente Hollywood se permitió (otra rara instancia, "I`m a fugitive from a chain gang", en cuya escena final, el protagonista, perseguido por el resto de su vida por la justicia, y reunido por unos pocos instantes con su amada en un cruce de caminos, cuando ella le pregunta de qué vive, responde mientras retrocede perdiéndose en la noche cerrada "I steal!"). John Ford había hecho el año anterior, 1939, su clásico "Stagecoach" (La diligencia). Y el año siguiente hizo "How green was my valley", una obra maestra sobre otra familia, una de mineros en Gales.Qué producción! Y así seguiría, con pocos errores, hasta su gran obra maestra, "The searchers" (1956)
    Y, sí, "Grapes of Wrath" está filmada en blanco y negro, pero fotografiada por Ford y su director de fotografía, Greg Toland (el de "El ciudadano", con las famosas tomas de gran profundidad de campo). Poesía pura en forma de imágenes, como siempre con John Ford.
    Hablando de realismo, Hollywood metió las zarpas para ponerle la cruz roja a una de las escenas mas tiernas y dolorosas de la novela de John Steinbeck, cuando una mujer que acaba de dar a luz un hijo muerto, alimenta con su seno a un desconocido hambriento. Pero, escena aparte, la película es fiel al espíritu del libro.
    De modo, que sí, creo que hay que verla aunque destroze el alma.

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  3. Tal cual, Héctor.... "oscura, amarga y realista". Por eso me hizo tan mal de chica y nuevamente, ahora.
    Al mismo tiempo, bellísima. Los ojos de Henry Fonda no logradon distraerme del todo y pude volver a dimensionar el personaje del ex predicador Jim Casy. Brillantes y claves escenas para él. Un tipo que perdió toda seguridad y se quedó sólo con preguntas sin respuesta.
    Durísimas escenas, entre las que destaco la de estación de servicio, donde el padre de Tom, intenta comprar a 10 centavos un pan que vale 15. Es brutal cómo los personajes, dejan de lado paulatinamente el desprecio y la crueldad ante semejante situación, y hasta los camioneros, todos sin reconocerlo en voz alta, ceden a algún mínimo sentimiento solidario. Mínimo, como todo mínimo rastro de humanidad en casi toda la peli.
    Los panoramas en los campamentos, empeorando sin pausa, aunque se insistía en pensar que "nada peor podía pasar". Pero si, pasaba. Y mientras, uno desde el otro lado de la pantalla sufriendo y haciendo fuerza para que ese cascajo no los dejara en medio de la nada, que el quedara media rueda para sacarlos de todos esos infiernos.
    De la madre no me había olvidado ni una sola expresión. Representación de la mujer que apuntala, se adapta y le da fuerza a todo el resto. El río.
    El final, como dice Héctor, es lo hace de esta peli algo especial. Lo crudo en su máxima expresión, pero sin golpe bajo. Sentirse una pequeña y anónima parte de un todo, el pueblo, fue el miserable, y al mismo tiempo poderoso momento de comprensión de una realidad que no tenía posibilidad de mejora en el corto plazo ni significado alguno fuera de lo colectivo. Tremenda.

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