Lo más divertido para mi resultaron los esfuerzos del Walter por mantener a Bruce lejos de Hildy, empleando todos los medios que tiene a su alcance, inclusive mandarlo a la cárcel . Hildy me encantó como retrato de una mujer moderna, tan lejos del estereotipo que uno piensa más habitual para la época, haciendo mil cosas al mismo tiempo: trabajando por tener su noticia, negociando con su ex, cuidando a su actual, sólo le faltaba tener hijos y prepararles la vianda. Es tremenda la decisión de Mollie, se pierde un poco su impacto siendo un personaje menor y en el contexto de una comedia pero ciertamente fue sorprendente. El retrato del periodismo es bastante ácido: nada de idealismo ni búsqueda comprometida con la verdad:, sólo la carrera sin reglas para conseguir la primicia. Por último, los diálogos: uno desearía entender mejor el inglés para captarlo todo ya que el ritmo acelerado con que se dicen hace tan difícil seguirlos. Habrá que recurrir a la lectura del guión.
Concuerdo con Malala en que los actores hablan a mil por hora, debí detener la película un par de veces para poder leer algunos subtitulos, sin embargo la velocidad en la que hablan introduce más gracia a la película y retratan la rapidez con que generan las noticias, aún inventando partes, los periodistas sin escrúpulos del universo de la película. El personaje de Hildy particularmente me gustó mucho, y me recordó a la periodista de "The Hudsucker Proxy", Amy Archer. Al igual que Malala me pareció una mujer moderna, con más cosas en la cabeza que criar hijos y casarse, bastante interesante para un film del '40. Hildy, sin embargo, parece bastante apurada para casarse con un hombre que la pueda mantener, tener niños y vivir el estereotipo de mujer del "sueño americano"; por suerte termina recapacitando y aparentemente siguiendo su corazón, haciendo lo que a ella le apasiona. Me imagino que su matrimonio no hubiera durado mucho; terminó antes de empezar. Además del trio amoroso entre Hildy, Bruce y Walter, también aparece la historia de Mollie y Earl, cómo secundaria, pero no menos importante. Amor a primera vista y aún así Mollie pone todo su empeño en salvar a Earl hasta llegar al punto más apasionante, por suerte impedido, de toda historia de amor al tratar de lanzarse al vació. La mayoría de la película transcurre en la sala de prensa, conectada al resto del mundo sólo mediante teléfonos. Allí son "creadas" las noticias por inhumanos periodistas: Molly: They ain’t human! (¡No son humanos!) Hildy: I know, they’re newspapermen.(Lo sé, son periodistas).
También aparece un misterio infiltrado, ¿Por qué Earl disparó al policía?; y al más puro estilo Sherlock Holmes, ¿Cómo escapó el prisionero de una sala de interrogación?
Excelente que alguien haya notado las semejanzas entre las protagonistas de nuestras dos últimas películas: sin duda que el personaje de Hildy fue una inspiración importante para el de Amy, entre muchas otras inspiraciones que toma The Hudsucker Proxy de las comedias de los años 40.. El escenario de la sala de prensa nos remite al origen teatral de la historia (la obra The Front Page), que dicho sea de paso tiene algunas versiones más en cine en las que se respeta que ambos protagonistas son de sexo masculino.
No me daban ni tiempo para reírme.... Me gustaron mucho los diálogos inteligentes y rápidos. Reforzaban eficientemente el ambiente del periodismo, la inmediatez de la noticia y los cierres de edición. Me gusta mucho el tema de los teléfonos en cantidad y las diferentes versiones sin chequear.... Qué manera de mandar fruta por favorrr.... Coincido, muy buena la articulación entre los 3... me gustaron los personajes. Ella es fantástica, en todo. Y por supuesto, en sus contradicciones. La definición de los periodistas, coincide con la de un sujeto del laburo -bastante despreciable él, pero en esto la pega- que los encaja en la figura de "alcahuetes". Además, acá le suman la mentira y las conductas delictivas. Y por supuesto, el disfrute del poder, que les da el manejo de la información y les hace pasar por alto cualquier otra motivación algo más humana. El personaje de Molly es el que confronta con eso. El final me cierra, porque justamente, no les cambia el alma a Hildy y a Walter. Eso es un buen final y no una moralina falsa. La única enseñanza que nos deja, es una obviedad: "La verdad nunca importa" (cito a un estimado amigo). ;-)
Siguiendo lo que dice Cora de la enseñanza que nos deja, se puede destacar lo que le dice Earl a Hildy estando este encerrado: Earl: Ellos saben que fue un accidente y que no soy culpable, pero el mundo es así. https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/1538631_10203045811485877_341306727_n.jpg
Otra detalle. No se qué es más dramático, si el salto de Molly o cuando Hildy se tira al mejor estilo depredador para atrapar a su presa informativa. No me la esperaba....
Bueno leer tantos comentarios. Raro no encontrar uno sobre Cary Grant, galán top de la época y por 25 años más. Vale la pena porque aquí se lo vé en su verdadero rol, el de "comedían" (entre cómico y comediante) como se advierte en "Bringing up Baby" , y, si alguien tiene ganas de divertirse, "Gunga Din". Más tarde, Hollywood descubrió que Cary podía hacer comedia "fina" como un atildado (y exquisitamente vestido) caballero inglés (cosa que no era, con antecedentes de criado en el East End y con carrera de acróbata circense y más cockney que caballero), como en "Algo para recordar" y muchas otras, algo empacado y con sonrisa entendida de su propio encanto, Aquí encuentra su rol ideal. Y Howard Hawks, el magnífico director, permitía chistes privados injertados en la acción: en un momento dado Cary dice "Cómo lo sé? me lo dijo un tal Archie Leach", su verdadero nombre en la realidad; en otro, dice del actor que novia con su ex mujer, "Se parece a Ralph Bellamy", precisamente el actor que hace ese rol (y que habría de hacer carrera como el tercero que siempre pierde la muchacha, y luego sensacional en Broadway como Roosevelt). El gran Howard Hawks, paradigma del director comercial de Hollywood de impar talento para cualquier cosa: tan capaz como Preston Sturges en comedia "screwball", como John Ford en el Far West, ("Red River") como tantos en películas de gánsters ("Scarface", la verdadera). Y también muy buen director de actores. Aquí algunos han admirado a Rosalind Russell, que también encontró su papel ideal: otra "comedían"hablando eléctricamente y al mismo tiempo con Grant (una idea de Hawks), en oposición a las damas señoriales y dulces en roles románticos que no le cuadraban; mucho más adelante, produjo una de las escenas más desgarradoras y grotescas del cine en "Picnic".
La obra teatral que terminó siendo la película de esta semana, "His girl Friday" ( por el indígena que Robinson Crusoe rescata de una cena caníbal, y pasa a ser su sirviente y luego amigo) fue inicialmente "The Front Page", un gran éxito de Broadway escrito por Ben Hetch y Charles MacArthur, dos cínicos periodistas especialmente dotados para hacer una obra que trata de periodistas cínicos. La primera versión cinematográfica, y muy buena, respetaba el original, con Adolphe Menjou, maestro de cínicos e hipócritas, como Walter Burns y Pat O'Brien como Hildy, el periodista que no puede dejar de serlo a pesar de sí mismo (dirigida por Lewis Milestone, a quién los blogistas conocieron en "Sin novedad en el frente"). Más tarde ambos recalaron en Hollywood, donde terminaron por afincarse. Volvieron a colaborar en otra obra de igual éxito, e igualmente llevada al cine, dirigida igualmente por Howard Hawks (los equipos exitosos se repiten a sí mismos), una comedia brillante más que "screwball", "Twenty Century" (que en realidad es una línea ferroviaria real y clásica). Allí es posible deleitarse con John Barrymore, inigualable en un empresario teatral no muy diferente al editor del periódico Walter Burns, y la magnífica comediante (no comedían) y muy sexy Carole Lombard. Como bien ha señalado Malala, en el original Burns y Hildy son ambos varones: es una man-to-man picture. Fue idea de Hawks cambiar el sexo de Hildy, para agregar romance al cómico pero duro y masculino desarrollo de la acción, Hawks sabía que las reglas de Hollywood señalan la inserción obligada de un romance, así se trate de un desembarco en Iwo Jima o una rivalidad de bandas en Tombstone, pero está claro en su obra que los romances no fueron su interés central con algunas excepciones. Su cine era un cine masculino, de amistades o enemistades (o ambas mezcladas) con alguna dama en la periferia. La pareja de Cary Grant y Rosalind Russell constituye un magnífico dúo de comedians, pero tiene poca química como amor romántico. La mejor excepción es "Tener y no tener", donde Humphrey Bogart y Laureen Bacall realmente elevan la temperatura. Hawks, se sabe, era "a ladies man", con un ojo sobre la joven protagonista, y lamentó que los otros dos se enamoraran y luego se casaran.
Por alguna razón, recuerdo con bastante afecto la versión de los 70 con Jack Lemmon y Walter Matthau. Resistirá el paso del tiempo? No me animo a verla de nuevo...
Lo más divertido para mi resultaron los esfuerzos del Walter por mantener a Bruce lejos de Hildy, empleando todos los medios que tiene a su alcance, inclusive mandarlo a la cárcel .
ReplyDeleteHildy me encantó como retrato de una mujer moderna, tan lejos del estereotipo que uno piensa más habitual para la época, haciendo mil cosas al mismo tiempo: trabajando por tener su noticia, negociando con su ex, cuidando a su actual, sólo le faltaba tener hijos y prepararles la vianda.
Es tremenda la decisión de Mollie, se pierde un poco su impacto siendo un personaje menor y en el contexto de una comedia pero ciertamente fue sorprendente.
El retrato del periodismo es bastante ácido: nada de idealismo ni búsqueda comprometida con la verdad:, sólo la carrera sin reglas para conseguir la primicia.
Por último, los diálogos: uno desearía entender mejor el inglés para captarlo todo ya que el ritmo acelerado con que se dicen hace tan difícil seguirlos. Habrá que recurrir a la lectura del guión.
Concuerdo con Malala en que los actores hablan a mil por hora, debí detener la película un par de veces para poder leer algunos subtitulos, sin embargo la velocidad en la que hablan introduce más gracia a la película y retratan la rapidez con que generan las noticias, aún inventando partes, los periodistas sin escrúpulos del universo de la película.
ReplyDeleteEl personaje de Hildy particularmente me gustó mucho, y me recordó a la periodista de "The Hudsucker Proxy", Amy Archer. Al igual que Malala me pareció una mujer moderna, con más cosas en la cabeza que criar hijos y casarse, bastante interesante para un film del '40.
Hildy, sin embargo, parece bastante apurada para casarse con un hombre que la pueda mantener, tener niños y vivir el estereotipo de mujer del "sueño americano"; por suerte termina recapacitando y aparentemente siguiendo su corazón, haciendo lo que a ella le apasiona. Me imagino que su matrimonio no hubiera durado mucho; terminó antes de empezar.
Además del trio amoroso entre Hildy, Bruce y Walter, también aparece la historia de Mollie y Earl, cómo secundaria, pero no menos importante. Amor a primera vista y aún así Mollie pone todo su empeño en salvar a Earl hasta llegar al punto más apasionante, por suerte impedido, de toda historia de amor al tratar de lanzarse al vació.
La mayoría de la película transcurre en la sala de prensa, conectada al resto del mundo sólo mediante teléfonos.
Allí son "creadas" las noticias por inhumanos periodistas:
Molly: They ain’t human! (¡No son humanos!)
Hildy: I know, they’re newspapermen.(Lo sé, son periodistas).
También aparece un misterio infiltrado, ¿Por qué Earl disparó al policía?; y al más puro estilo Sherlock Holmes, ¿Cómo escapó el prisionero de una sala de interrogación?
Excelente que alguien haya notado las semejanzas entre las protagonistas de nuestras dos últimas películas: sin duda que el personaje de Hildy fue una inspiración importante para el de Amy, entre muchas otras inspiraciones que toma The Hudsucker Proxy de las comedias de los años 40..
DeleteEl escenario de la sala de prensa nos remite al origen teatral de la historia (la obra The Front Page), que dicho sea de paso tiene algunas versiones más en cine en las que se respeta que ambos protagonistas son de sexo masculino.
No me daban ni tiempo para reírme.... Me gustaron mucho los diálogos inteligentes y rápidos. Reforzaban eficientemente el ambiente del periodismo, la inmediatez de la noticia y los cierres de edición. Me gusta mucho el tema de los teléfonos en cantidad y las diferentes versiones sin chequear.... Qué manera de mandar fruta por favorrr....
ReplyDeleteCoincido, muy buena la articulación entre los 3... me gustaron los personajes.
Ella es fantástica, en todo. Y por supuesto, en sus contradicciones.
La definición de los periodistas, coincide con la de un sujeto del laburo -bastante despreciable él, pero en esto la pega- que los encaja en la figura de "alcahuetes". Además, acá le suman la mentira y las conductas delictivas. Y por supuesto, el disfrute del poder, que les da el manejo de la información y les hace pasar por alto cualquier otra motivación algo más humana. El personaje de Molly es el que confronta con eso.
El final me cierra, porque justamente, no les cambia el alma a Hildy y a Walter. Eso es un buen final y no una moralina falsa.
La única enseñanza que nos deja, es una obviedad: "La verdad nunca importa" (cito a un estimado amigo). ;-)
Siguiendo lo que dice Cora de la enseñanza que nos deja, se puede destacar lo que le dice Earl a Hildy estando este encerrado:
DeleteEarl: Ellos saben que fue un accidente y que no soy culpable, pero el mundo es así.
https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/1538631_10203045811485877_341306727_n.jpg
Tal cual Ojitos Lindos, aceptación y resignación.
DeleteBuena la referencia en imagen.
Otra detalle. No se qué es más dramático, si el salto de Molly o cuando Hildy se tira al mejor estilo depredador para atrapar a su presa informativa. No me la esperaba....
ReplyDeleteBueno leer tantos comentarios. Raro no encontrar uno sobre Cary Grant, galán top de la época y por 25 años más. Vale la pena porque aquí se lo vé en su verdadero rol, el de "comedían" (entre cómico y comediante) como se advierte en "Bringing up Baby" , y, si alguien tiene ganas de divertirse, "Gunga Din". Más tarde, Hollywood descubrió que Cary podía hacer comedia "fina" como un atildado (y exquisitamente vestido) caballero inglés (cosa que no era, con antecedentes de criado en el East End y con carrera de acróbata circense y más cockney que caballero), como en "Algo para recordar" y muchas otras, algo empacado y con sonrisa entendida de su propio encanto,
ReplyDeleteAquí encuentra su rol ideal. Y Howard Hawks, el magnífico director, permitía chistes privados injertados en la acción: en un momento dado Cary dice "Cómo lo sé? me lo dijo un tal Archie Leach", su verdadero nombre en la realidad; en otro, dice del actor que novia con su ex mujer, "Se parece a Ralph Bellamy", precisamente el actor que hace ese rol (y que habría de hacer carrera como el tercero que siempre pierde la muchacha, y luego sensacional en Broadway como Roosevelt).
El gran Howard Hawks, paradigma del director comercial de Hollywood de impar talento para cualquier cosa: tan capaz como Preston Sturges en comedia "screwball", como John Ford en el Far West, ("Red River") como tantos en películas de gánsters ("Scarface", la verdadera). Y también muy buen director de actores. Aquí algunos han admirado a Rosalind Russell, que también encontró su papel ideal: otra "comedían"hablando eléctricamente y al mismo tiempo con Grant (una idea de Hawks), en oposición a las damas señoriales y dulces en roles románticos que no le cuadraban; mucho más adelante, produjo una de las escenas más desgarradoras y grotescas del cine en "Picnic".
La obra teatral que terminó siendo la película de esta semana, "His girl Friday" ( por el indígena que Robinson Crusoe rescata de una cena caníbal, y pasa a ser su sirviente y luego amigo) fue inicialmente "The Front Page", un gran éxito de Broadway escrito por Ben Hetch y Charles MacArthur, dos cínicos periodistas especialmente dotados para hacer una obra que trata de periodistas cínicos. La primera versión cinematográfica, y muy buena, respetaba el original, con Adolphe Menjou, maestro de cínicos e hipócritas, como Walter Burns y Pat O'Brien como Hildy, el periodista que no puede dejar de serlo a pesar de sí mismo (dirigida por Lewis Milestone, a quién los blogistas conocieron en "Sin novedad en el frente"). Más tarde ambos recalaron en Hollywood, donde terminaron por afincarse. Volvieron a colaborar en otra obra de igual éxito, e igualmente llevada al cine, dirigida igualmente por Howard Hawks (los equipos exitosos se repiten a sí mismos), una comedia brillante más que "screwball", "Twenty Century" (que en realidad es una línea ferroviaria real y clásica). Allí es posible deleitarse con John Barrymore, inigualable en un empresario teatral no muy diferente al editor del periódico Walter Burns, y la magnífica comediante (no comedían) y muy sexy Carole Lombard.
ReplyDeleteComo bien ha señalado Malala, en el original Burns y Hildy son ambos varones: es una man-to-man picture. Fue idea de Hawks cambiar el sexo de Hildy, para agregar romance al cómico pero duro y masculino desarrollo de la acción, Hawks sabía que las reglas de Hollywood señalan la inserción obligada de un romance, así se trate de un desembarco en Iwo Jima o una rivalidad de bandas en Tombstone, pero está claro en su obra que los romances no fueron su interés central con algunas excepciones. Su cine era un cine masculino, de amistades o enemistades (o ambas mezcladas) con alguna dama en la periferia. La pareja de Cary Grant y Rosalind Russell constituye un magnífico dúo de comedians, pero tiene poca química como amor romántico. La mejor excepción es "Tener y no tener", donde Humphrey Bogart y Laureen Bacall realmente elevan la temperatura. Hawks, se sabe, era "a ladies man", con un ojo sobre la joven protagonista, y lamentó que los otros dos se enamoraran y luego se casaran.
Por alguna razón, recuerdo con bastante afecto la versión de los 70 con Jack Lemmon y Walter Matthau. Resistirá el paso del tiempo? No me animo a verla de nuevo...
Delete