Este lunes vemos La Regla del Juego, la película que parece que le cambió la vida a Bernardo Bertolucci según nos cuenta en esta nota.
Esperamos sus comentarios.
Otra vez una buena elección en la fotografía de portada (difícil elegir en un film en donde hay cientos de instancias similares, fotografiado exquisitamente como lo está) que corresponde a momentos finales de la pelícua. Nótese la iluminación de ambs rostros en la oscuridad. De paso, presentes nada menos que el mismo Jean Renoir y el muy admirado por Lola, Carette.
Así es. Y es el dueño de la hostería en "Un partie de campagne", y si mal no recuerdo, quien abre las persianas y produce uno de los efectos mas bellos del cine en blanco y negro: la luz que lo inunda todo y la brillante naturalez: pintura impresionista en B&W
Una primera impresión es que me recordó mucho a otra película que vimos acá en Silencio, Sonrisas de una Noche de Verano. Tienen tema y tono parecidos, no? Espero no estar diciendo una burrada...
Ninguna burrada. El tema es en efecto parecido, el de "upstairs-downstairs", los sucesos escaleras arriba vs. los abajo de las escaleras, amos y criados. En "Sonrisas..." en tono de deliciosa comedia, en "La Regle..", de amarga farsa. El tono es por lo tanto bien diferente, pero no caben dudas de que Bergman estudió a Renoir. En "Gosford Park" tanto Altman, director, como Julian Fellowes, libretistas, copian desmañada y desvergonzadamente a Renoir, pero como pobre y hollywoodense melodrama.
Otro comentario pequeño: me llamó la atención la figura de Christine. me hizo acordar mucho a la descripción de María Antonieta, al menos como la pintó Sofía Coppola en su película. Ambas son austríacas y en las dos se destaca que, tal vez debido a su nacionalidad, no se ajustan tanto a los modales y convenciones franceses: en María Antonieta esto la lleva a sentirse fuera de lugar con el resto de la realeza; en Christine su franqueza y acercamiento natural a la gente la lleva a ser malinterpretada.
Estimada Malala: Qué asociaciones las suyas! Pero acepto que ambas damas eran austríacas.No tanto que podían tener costumbres no bien leídas por los franceses. María Antonieta venía de un imperio donde la frivolidad era regla (y lo siguió siendo hasta el reinado de Francisco José, durante el cual las intrigas sexuales y amorosas en las clases altas eran notorias, con disgusto para el adusto emperador. Intrigas llevadas al cine, muy famosamente y deliciosamente por Max Ophuls (Véase "Libelei") y también en en la literatura (como El ángel de la trompeta y las obras de Schnitzler.). Catherine es un personaje ambiguo. Parece más noble que sus pares franceses (no se necesita mucho), no participa a pleno del juego, pero alterna con el aviador de modo romántico y lo rechaza de un modo que él puede interpretar como no final, un modo nada picaresco (para eso queda su doncella, que juega un juego diferente al de ella pero igual al de los otros con el cazador furtivo, su admirado Carette; ningún sentimiento es realmente auténtico, ni nadie está dispuesto a pagar por ellos). En el final, Christine cambia de opinión demasiadas veces, evidentemente quiere salirse pero sus propios prejuicios la acobardan, y sus dudas precipitan la tragedia. Pero en la conclusíón de las últimas escenas, ella acepta las reglas de juego y acepta el cinismo general de proteger, a un precio terrible, ante todo la clase social a la que evidentemente pertenece y la cual queda encadenada luego de su rapto de liberación.(todo de memoria, espero que sea así). Los que pagan el precio son los "inocentes", que desconocen y ni sospechan que se han introducido sin saberlo en un juego inofensivo para la estabilidad social mientras se acepten sus precisas, nunca expresadas reglas; esto es, el guardabosques (Gastón Modot) y el aviador. Y ellos son los que pagan.
Hector, yo no dije que Christine se asemejara a María Antonieta, sino a la María Antonieta de Sofía Coppola, que como es posterior a 1960 estimo que Ud no vio. En esa película se la retrata, al inicio, a María Antonieta como una joven muy desubicada ante las convenciones y costumbres de la corte francesa, a las que luego no se demora mucho en adaptarse. Por otro lado no soy la única que vio la asociación (por suerte!) e incluso alguien más perspicaz que yo notó la semejanza entre sus maridos, ambos aficionados a los mecanismos: Luis a la cerrajería y Robert a los pájaros mecánicos y otros juguetes similares. Casualidad? No según esta gente: - http://ruthlessculture.com/2011/10/17/the-rules-of-the-game-1939-a-theatre-of-nightmares/ - http://movingtoyshop.wordpress.com/2009/08/04/some-notes-on-la-regle-du-jeu/ (esta nota habla de un documental donde se establece la comparación) - http://brightlightsfilm.com/60/60rules.php
Touché! Herido pero no convencido. No leo en el mismo Renoir señales de un paralelismo como el señalado buscado exprofeso.. Interesante observación, pero casual. Le habrá resultado interesante a Malala otra probable casualidad: Nora Gregor, Christine, era en realidad austríaca (si se olvidan los cambios habidos en el imperio austrohúngaro) y también una princesa, aunque por un casamiento no tan afortunado con un príncipe. O quizás, empeñado Renoir en usar a Nora Gregor, ahora una refugiada, con una peor historia por seguir, para el rol, debió darle otra nacionalidad debido al claro acento. En su libro, Renoir habla de la apariencia de "sinceridad de pájaro" de Nora.Y que las vacilaciones de Christine revelan sus propias (la de Renoir) incertezas. De modoque encuentro interesante la referencia, pero no muy creíble, a menos que Sofía haya querido rendir alguna especie de homenaje a Renoir. ¿ Y ya que malala puede ver estos detalles reveladores, como es que olvidó mencionar el homenaje de renoir a melies con la danza de los esuqeletos, tan asociada al padre del cine francés?
No queda mucho para agregar con ustedes dos.... genios! Me gustó mucho. Me gustó el personaje de Christine... realmente sentí que estaba atrapada en ese mundo. Dramática la cacería. Horrible cuando el conejito estira la pata literalmente. Renoir se tomó el trabajo de hacer que me entristeciera mucho más que el asesinato. Los diálogos son muy rápidos e inteligentes, dejan tirados profundos pensamientos como al pasar. Me dan ganas de verla de nuevo, seguro perdí detalles. Como describió Héctor, en comentario anterior, las reglas del cinismo de clase, resultan despreciables.
Tengo que decir que disfruté mucho este ciclo, Hermoso. Pero mi ganadora es La gran ilusión. Me impactó fuertemente.
Bienvenido el comentario de Cora! Aún así, La regle…parece destinada en este blog a sufrir el mismo trato que a su estreno en 1939, aunque aquí es la aparente indiferencia y allá fue la acerba critica y las intenciones de quemar el cine donde la estrenaban. Un observador superficial de nuestros días podría preguntarse la razón de tanto revuelo. Después de todo es una comedia dramática un tanto caótica que toca temas sobradamente conocidos del cine francés, el amor y el sexo, o viceversa. Quizás esto es lo que ha sucedido a algunos de los que no se dignaron enviar un comentario. También es lo que le sucedió a muchos, y algunos distinguidos , como el gran director de comedias aladas, tan ligeras que parecen flotar más que asentar sus pies en la tierra, René Clair: Qué es lo quiso hacer usted con esta película?. Y sin embargo, tocó tantas sensibilidades, cambió tantas vidas, conmovió a tantos para siempre. Cómo es posible? La Regle… es la película más compleja de Jean Renoir. No porque contenga oscuridades a la Ingmar Bergman que deben, si se puede, ser desentrañadas. Está signada por una claridad y transparencia muy francesa, allí donde todo es expresado con elegancia. Renoir muestra, pero no comenta. Lo que muestra es el comentario, que de modo nada extraño, es amargo pero, cuando no, comprensivo de sus criaturas. "Cada cual tiene sus razones". Renoir juega sin embargo con una ironía que con frecuencia supo subyacer en sus films. Advierte al principio que esta es una comedia donde no se intenta enjuiciar ni hacer observaciones morales, (una gozosa zancadilla al público)que es precisamente lo que inmediatamente pasa a hacer, a su modo. Y coloca un epígrafe, un verso de Beaumarchais también irónico y algo cínico, que alude con sapiencia a la fugacidad y capricho del amor. Y entonces termina su obra con una tragedia., allí donde todo parecía desembocar en una farsa que ridiculiza a todos y donde no hay un resto de la sapiencia de nadie. En el transcurso de la acción, Renoir realiza la vivisección de un sector de la sociedad francesa en vísperas de la guerra (cómo no iba a indignar a los patriotas de siempre) con una delicadeza que denuncia su comprensión de costumbres y personas que siempre combatió. Aquí, los burgueses y aristócratas son inútiles y farsantes (y al final, farsescos) pero, recuerdese, en La Gran ilusión eran nobles, hundiéndose con su clase con gran hombría; ambos grupos son tratados con el mismo interés. Muy bueno que Cora haya sido la única en destacar la gran escena de la cacería. La crueldad e indiferencia con la que se matan muchos más conejos de los necesarios, mientras se conversa de otros temas, tan fácil es hacerlo, es un hito en la historia del cine. Y en la misma excursión, Renoir rinde su homenaje al cine: uno de los comensales le muestra a una de las damas un pequeño catalejo (en realidad, un símbolode la cámara filmadora) y la hace mirar una escena más lejana, y comenta: Es maravilloso, permite ver más profundamente(puede que siga).
Otra vez una buena elección en la fotografía de portada (difícil elegir en un film en donde hay cientos de instancias similares, fotografiado exquisitamente como lo está) que corresponde a momentos finales de la pelícua. Nótese la iluminación de ambs rostros en la oscuridad. De paso, presentes nada menos que el mismo Jean Renoir y el muy admirado por Lola, Carette.
ReplyDeleteYa vimos a Renoir en La Bestia Humana, interpretando a Cabuche, acusado injustamente del asesinato de Grandmorin.
DeleteMe encantó el papel de Octave, el articulador.
DeleteAsí es. Y es el dueño de la hostería en "Un partie de campagne", y si mal no recuerdo, quien abre las persianas y produce uno de los efectos mas bellos del cine en blanco y negro: la luz que lo inunda todo y la brillante naturalez: pintura impresionista en B&W
ReplyDeleteUna primera impresión es que me recordó mucho a otra película que vimos acá en Silencio, Sonrisas de una Noche de Verano. Tienen tema y tono parecidos, no?
ReplyDeleteEspero no estar diciendo una burrada...
Ninguna burrada. El tema es en efecto parecido, el de "upstairs-downstairs", los sucesos escaleras arriba vs. los abajo de las escaleras, amos y criados. En "Sonrisas..." en tono de deliciosa comedia, en "La Regle..", de amarga farsa. El tono es por lo tanto bien diferente, pero no caben dudas de que Bergman estudió a Renoir.
DeleteEn "Gosford Park" tanto Altman, director, como Julian Fellowes, libretistas, copian desmañada y desvergonzadamente a Renoir, pero como pobre y hollywoodense melodrama.
Para mi es muy parecida, pero con más gente. Es más, el diálogo entre Christine y Geneviève es prácticamente igual al de Sonrisas, no?
DeleteOtro comentario pequeño: me llamó la atención la figura de Christine. me hizo acordar mucho a la descripción de María Antonieta, al menos como la pintó Sofía Coppola en su película.
ReplyDeleteAmbas son austríacas y en las dos se destaca que, tal vez debido a su nacionalidad, no se ajustan tanto a los modales y convenciones franceses: en María Antonieta esto la lleva a sentirse fuera de lugar con el resto de la realeza; en Christine su franqueza y acercamiento natural a la gente la lleva a ser malinterpretada.
Estimada Malala: Qué asociaciones las suyas! Pero acepto que ambas damas eran austríacas.No tanto que podían tener costumbres no bien leídas por los franceses. María Antonieta venía de un imperio donde la frivolidad era regla (y lo siguió siendo hasta el reinado de Francisco José, durante el cual las intrigas sexuales y amorosas en las clases altas eran notorias, con disgusto para el adusto emperador. Intrigas llevadas al cine, muy famosamente y deliciosamente por Max Ophuls (Véase "Libelei") y también en en la literatura (como El ángel de la trompeta y las obras de Schnitzler.). Catherine es un personaje ambiguo. Parece más noble que sus pares franceses (no se necesita mucho), no participa a pleno del juego, pero alterna con el aviador de modo romántico y lo rechaza de un modo que él puede interpretar como no final, un modo nada picaresco (para eso queda su doncella, que juega un juego diferente al de ella pero igual al de los otros con el cazador furtivo, su admirado Carette; ningún sentimiento es realmente auténtico, ni nadie está dispuesto a pagar por ellos). En el final, Christine cambia de opinión demasiadas veces, evidentemente quiere salirse pero sus propios prejuicios la acobardan, y sus dudas precipitan la tragedia. Pero en la conclusíón de las últimas escenas, ella acepta las reglas de juego y acepta el cinismo general de proteger, a un precio terrible, ante todo la clase social a la que evidentemente pertenece y la cual queda encadenada luego de su rapto de liberación.(todo de memoria, espero que sea así). Los que pagan el precio son los "inocentes", que desconocen y ni sospechan que se han introducido sin saberlo en un juego inofensivo para la estabilidad social mientras se acepten sus precisas, nunca expresadas reglas; esto es, el guardabosques (Gastón Modot) y el aviador. Y ellos son los que pagan.
DeleteHector, yo no dije que Christine se asemejara a María Antonieta, sino a la María Antonieta de Sofía Coppola, que como es posterior a 1960 estimo que Ud no vio. En esa película se la retrata, al inicio, a María Antonieta como una joven muy desubicada ante las convenciones y costumbres de la corte francesa, a las que luego no se demora mucho en adaptarse.
DeletePor otro lado no soy la única que vio la asociación (por suerte!) e incluso alguien más perspicaz que yo notó la semejanza entre sus maridos, ambos aficionados a los mecanismos: Luis a la cerrajería y Robert a los pájaros mecánicos y otros juguetes similares. Casualidad?
No según esta gente:
- http://ruthlessculture.com/2011/10/17/the-rules-of-the-game-1939-a-theatre-of-nightmares/
- http://movingtoyshop.wordpress.com/2009/08/04/some-notes-on-la-regle-du-jeu/ (esta nota habla de un documental donde se establece la comparación)
- http://brightlightsfilm.com/60/60rules.php
Touché! Herido pero no convencido. No leo en el mismo Renoir señales de un paralelismo como el señalado buscado exprofeso.. Interesante observación, pero casual. Le habrá resultado interesante a Malala otra probable casualidad: Nora Gregor, Christine, era en realidad austríaca (si se olvidan los cambios habidos en el imperio austrohúngaro) y también una princesa, aunque por un casamiento no tan afortunado con un príncipe. O quizás, empeñado Renoir en usar a Nora Gregor, ahora una refugiada, con una peor historia por seguir, para el rol, debió darle otra nacionalidad debido al claro acento. En su libro, Renoir habla de la apariencia de "sinceridad de pájaro" de Nora.Y que las vacilaciones de Christine revelan sus propias (la de Renoir) incertezas.
DeleteDe modoque encuentro interesante la referencia, pero no muy creíble, a menos que Sofía haya querido rendir alguna especie de homenaje a Renoir. ¿ Y ya que malala puede ver estos detalles reveladores, como es que olvidó mencionar el homenaje de renoir a melies con la danza de los esuqeletos, tan asociada al padre del cine francés?
No queda mucho para agregar con ustedes dos.... genios!
DeleteMe gustó mucho. Me gustó el personaje de Christine... realmente sentí que estaba atrapada en ese mundo.
Dramática la cacería. Horrible cuando el conejito estira la pata literalmente. Renoir se tomó el trabajo de hacer que me entristeciera mucho más que el asesinato.
Los diálogos son muy rápidos e inteligentes, dejan tirados profundos pensamientos como al pasar. Me dan ganas de verla de nuevo, seguro perdí detalles.
Como describió Héctor, en comentario anterior, las reglas del cinismo de clase, resultan despreciables.
Tengo que decir que disfruté mucho este ciclo, Hermoso.
Pero mi ganadora es La gran ilusión. Me impactó fuertemente.
Bienvenido el comentario de Cora! Aún así, La regle…parece destinada en este blog a sufrir el mismo trato que a su estreno en 1939, aunque aquí es la aparente indiferencia y allá fue la acerba critica y las intenciones de quemar el cine donde la estrenaban.
ReplyDeleteUn observador superficial de nuestros días podría preguntarse la razón de tanto revuelo. Después de todo es una comedia dramática un tanto caótica que toca temas sobradamente conocidos del cine francés, el amor y el sexo, o viceversa. Quizás esto es lo que ha sucedido a algunos de los que no se dignaron enviar un comentario. También es lo que le sucedió a muchos, y algunos distinguidos , como el gran director de comedias aladas, tan ligeras que parecen flotar más que asentar sus pies en la tierra, René Clair: Qué es lo quiso hacer usted con esta película?. Y sin embargo, tocó tantas sensibilidades, cambió tantas vidas, conmovió a tantos para siempre. Cómo es posible?
La Regle… es la película más compleja de Jean Renoir. No porque contenga oscuridades a la Ingmar Bergman que deben, si se puede, ser desentrañadas. Está signada por una claridad y transparencia muy francesa, allí donde todo es expresado con elegancia. Renoir muestra, pero no comenta. Lo que muestra es el comentario, que de modo nada extraño, es amargo pero, cuando no, comprensivo de sus criaturas. "Cada cual tiene sus razones".
Renoir juega sin embargo con una ironía que con frecuencia supo subyacer en sus films. Advierte al principio que esta es una comedia donde no se intenta enjuiciar ni hacer observaciones morales, (una gozosa zancadilla al público)que es precisamente lo que inmediatamente pasa a hacer, a su modo. Y coloca un epígrafe, un verso de Beaumarchais también irónico y algo cínico, que alude con sapiencia a la fugacidad y capricho del amor. Y entonces termina su obra con una tragedia., allí donde todo parecía desembocar en una farsa que ridiculiza a todos y donde no hay un resto de la sapiencia de nadie.
En el transcurso de la acción, Renoir realiza la vivisección de un sector de la sociedad francesa en vísperas de la guerra (cómo no iba a indignar a los patriotas de siempre) con una delicadeza que denuncia su comprensión de costumbres y personas que siempre combatió. Aquí, los burgueses y aristócratas son inútiles y farsantes (y al final, farsescos) pero, recuerdese, en La Gran ilusión eran nobles, hundiéndose con su clase con gran hombría; ambos grupos son tratados con el mismo interés.
Muy bueno que Cora haya sido la única en destacar la gran escena de la cacería. La crueldad e indiferencia con la que se matan muchos más conejos de los necesarios, mientras se conversa de otros temas, tan fácil es hacerlo, es un hito en la historia del cine. Y en la misma excursión, Renoir rinde su homenaje al cine: uno de los comensales le muestra a una de las damas un pequeño catalejo (en realidad, un símbolode la cámara filmadora) y la hace mirar una escena más lejana, y comenta: Es maravilloso, permite ver más profundamente(puede que siga).