Ya había visto La conversación más de una vez, es una película que me gusta mucho. Tenía en mi cabeza no todos los detalles, pero sí recordaba lo principal: la trama general, el final desolador y que había una interpretación errónea por parte de Harry respecto de la conversación de la pareja de amantes que era el motor del conflicto.
Esta vez reparé más que en la trama conspirativa propia de la paranoia norteamericana de esos años, en los aspectos de la personalidad de Caul que claramente permiten que esa trama se despliegue pero que no están anclados necesariamente a un espacio y un tiempo particulares, al contrario son completamente atemporales: la culpa, su ferviente catolicismo, su incapacidad de conectar con otros, su vida solitaria, sus pequeños placeres solipsistas. Esta vez, viéndola desde este ángulo, la película me pareció la historia de un descenso a los infiernos.
Lo que más me gustó, en la línea de lo que destaca Marian, es la descripción de la personalidad de Harry. Hay muchos detalles de su obsesividad que me parecen muy interesantes: por ejemplo, el piloto que usa todo el tiempo, más parece una especie de delantal para poner un límite con el exterior que un abrigo (es muy fino, creo que casi transparente y lo usa aunque no llueva) o el que tenga las persianas de su casa prácticamente cerradas gran parte del tiempo (la luz que se filtra a través de las rendijas es casi lo primera que vemos de su departamento), la falta de apego y confianza hacia sus personas cercanas. Algo que me parece que contribuye al final desolador es que Harry finalmente parece caer en la cuenta de la verdadera naturaleza de su trabajo: el cree estar evitando un asesinato y en realidad vehiculiza otro. Que se haya equivocado (o haya sido engañado) tal vez sea lo de menos: lo importante es que él normalmente desconoce lo que sucede después de que termina su tarea y las consecuencias que determina. Tambien s epuede pensar en algo más general, sobre la imposibilidad de entender lo que nos rodea ya que raramente temenos acceso a toda la información. En ese sentido, la película es muy perturbadora de una manera más general. Algo que me perdí o no terminé de entender es el fin de la relación con su amante: era realmente una espía? Que el fuera un poco paranoico se entiende por la naturaleza e su trabajo pero me perdí si esta vez tenia razón.
La amante ocasional, Meredith, sí, le roba las cintas, por eso a la mañana siguiente ya no está con él en ese lugar donde tienen los equipos. En cambio, en mi opinión, a Amy la deja porque Harry no puede establecer un vínculo abierto y transparente con nadie, por eso también aleja a Stan.
Ya había visto La conversación más de una vez, es una película que me gusta mucho. Tenía en mi cabeza no todos los detalles, pero sí recordaba lo principal: la trama general, el final desolador y que había una interpretación errónea por parte de Harry respecto de la conversación de la pareja de amantes que era el motor del conflicto.
ReplyDeleteEsta vez reparé más que en la trama conspirativa propia de la paranoia norteamericana de esos años, en los aspectos de la personalidad de Caul que claramente permiten que esa trama se despliegue pero que no están anclados necesariamente a un espacio y un tiempo particulares, al contrario son completamente atemporales: la culpa, su ferviente catolicismo, su incapacidad de conectar con otros, su vida solitaria, sus pequeños placeres solipsistas. Esta vez, viéndola desde este ángulo, la película me pareció la historia de un descenso a los infiernos.
Lo que más me gustó, en la línea de lo que destaca Marian, es la descripción de la personalidad de Harry. Hay muchos detalles de su obsesividad que me parecen muy interesantes: por ejemplo, el piloto que usa todo el tiempo, más parece una especie de delantal para poner un límite con el exterior que un abrigo (es muy fino, creo que casi transparente y lo usa aunque no llueva) o el que tenga las persianas de su casa prácticamente cerradas gran parte del tiempo (la luz que se filtra a través de las rendijas es casi lo primera que vemos de su departamento), la falta de apego y confianza hacia sus personas cercanas.
ReplyDeleteAlgo que me parece que contribuye al final desolador es que Harry finalmente parece caer en la cuenta de la verdadera naturaleza de su trabajo: el cree estar evitando un asesinato y en realidad vehiculiza otro. Que se haya equivocado (o haya sido engañado) tal vez sea lo de menos: lo importante es que él normalmente desconoce lo que sucede después de que termina su tarea y las consecuencias que determina. Tambien s epuede pensar en algo más general, sobre la imposibilidad de entender lo que nos rodea ya que raramente temenos acceso a toda la información. En ese sentido, la película es muy perturbadora de una manera más general.
Algo que me perdí o no terminé de entender es el fin de la relación con su amante: era realmente una espía? Que el fuera un poco paranoico se entiende por la naturaleza e su trabajo pero me perdí si esta vez tenia razón.
La amante ocasional, Meredith, sí, le roba las cintas, por eso a la mañana siguiente ya no está con él en ese lugar donde tienen los equipos. En cambio, en mi opinión, a Amy la deja porque Harry no puede establecer un vínculo abierto y transparente con nadie, por eso también aleja a Stan.
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