Como adelanté, la película me resultó realmente dura, yo soy bastante aguantadora, pero por momentos se me hizo demasiado. En tren de asociar muuuy libremente, me recordó a Breaking the waves de Lars von Trier, especialmente en la relacion de Nishi con Orihara (¿así se llamaba el soldado amputado, no?) que me pareció una relación un tanto perversa y en general porque no nos ahorra nada y todo es una suma de calamidades, un poco al estilo de los cineastas de la crueldad, grupete que para mí lidera Lars. Inclusive la relación con el Dr. Okabe no sólo es difícil por el contexto de la guerra sino porque se volvió impotente por la morfina... too much para mi gusto. De todos modos me gustó el final, ella abrazando al médico muerto que, si no interpreté mal, se suicidó (seppuku ¿no?) seguramente para no caer vivo en manos de los chinos.
Si, Marian, es un película muy dura, coincido. Pero me llama la atención que Sakura no parece vivir lo que le pasa con dramatismo. Por ejemplo, su reacción ante la violación, que es brutal, parece no haberla afectado demasiado. No sé si tendrá que ver con una situación de sujeción de las mujeres en general en ese lugar y tiempo o si, siendo ella enfermera, tiene una relación más distante con lo cuerpos o si tiene que ver con su propia sensibilidad. Eso me resulta muy curioso. Me inclino por la segunda opción, por ejemplo, por la forma en que atiende al soldado amputado, donde ve el sexo como una terapia. La película parece como un muestrario de distintas formas de acercamiento al sexo en ese contexto de guerra: como un desahogo, como una terapia, como una necesidad básica, y también, por supuesto, como una forma asociada al amor. El sexo atraviesa toda la película. Ya había visto la película por lo que tal vez no fue un descubrimiento sino un recuerdo que afloró: me encontré pensando en la similitud de Sakura sosteniendo a los pacientes, que se niegan a ser amputados o se revuelcan del dolor, con la manera que usaron contra ella cuando la violaban. Y me sorprendi con esa asociación cuando vemos que uno de los pacientes que ella sujeta es el mismo que la violó. Después sigo, Me tengo que ir a trabajat!
Es cierto lo que decís del sexo. En cuanto a las actitudes de ella, a mí me dio la sensación de que Sakura, su jefa y Okabe aceptan todo bastante pasivamente porque aceptan la situación de la guerra con una especie de estoicismo donde los sentimientos y lo propio se dejan de lado, una entrega total al sacrificio que la nación requiere y la guerra impone. En ese contexto creo no hay lugar para quejas, para dolor, para sentimientos. La película plantea una situación de completa excepcionalidad, donde nada de lo "normal" puede tener lugar. A pesar de esto, Sakura tiene un costado emocional, pero así y todo lo maneja más desde la racionalidad que desde la pasión.
¡Qué película dura! Tuve que hacer una pausa...
ReplyDeleteComo adelanté, la película me resultó realmente dura, yo soy bastante aguantadora, pero por momentos se me hizo demasiado. En tren de asociar muuuy libremente, me recordó a Breaking the waves de Lars von Trier, especialmente en la relacion de Nishi con Orihara (¿así se llamaba el soldado amputado, no?) que me pareció una relación un tanto perversa y en general porque no nos ahorra nada y todo es una suma de calamidades, un poco al estilo de los cineastas de la crueldad, grupete que para mí lidera Lars. Inclusive la relación con el Dr. Okabe no sólo es difícil por el contexto de la guerra sino porque se volvió impotente por la morfina... too much para mi gusto. De todos modos me gustó el final, ella abrazando al médico muerto que, si no interpreté mal, se suicidó (seppuku ¿no?) seguramente para no caer vivo en manos de los chinos.
ReplyDeleteSi, Marian, es un película muy dura, coincido. Pero me llama la atención que Sakura no parece vivir lo que le pasa con dramatismo. Por ejemplo, su reacción ante la violación, que es brutal, parece no haberla afectado demasiado. No sé si tendrá que ver con una situación de sujeción de las mujeres en general en ese lugar y tiempo o si, siendo ella enfermera, tiene una relación más distante con lo cuerpos o si tiene que ver con su propia sensibilidad. Eso me resulta muy curioso. Me inclino por la segunda opción, por ejemplo, por la forma en que atiende al soldado amputado, donde ve el sexo como una terapia.
ReplyDeleteLa película parece como un muestrario de distintas formas de acercamiento al sexo en ese contexto de guerra: como un desahogo, como una terapia, como una necesidad básica, y también, por supuesto, como una forma asociada al amor. El sexo atraviesa toda la película.
Ya había visto la película por lo que tal vez no fue un descubrimiento sino un recuerdo que afloró: me encontré pensando en la similitud de Sakura sosteniendo a los pacientes, que se niegan a ser amputados o se revuelcan del dolor, con la manera que usaron contra ella cuando la violaban. Y me sorprendi con esa asociación cuando vemos que uno de los pacientes que ella sujeta es el mismo que la violó.
Después sigo, Me tengo que ir a trabajat!
Es cierto lo que decís del sexo. En cuanto a las actitudes de ella, a mí me dio la sensación de que Sakura, su jefa y Okabe aceptan todo bastante pasivamente porque aceptan la situación de la guerra con una especie de estoicismo donde los sentimientos y lo propio se dejan de lado, una entrega total al sacrificio que la nación requiere y la guerra impone. En ese contexto creo no hay lugar para quejas, para dolor, para sentimientos. La película plantea una situación de completa excepcionalidad, donde nada de lo "normal" puede tener lugar. A pesar de esto, Sakura tiene un costado emocional, pero así y todo lo maneja más desde la racionalidad que desde la pasión.
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