Me encantó. Del ciclo de los médicos esta peli fue la que me emocionó. Me gusta descubrir tras la aparente dureza, comportamientos humanos nobles. Y eso le pasó al joven médico que llega lleno de ínfulas y de arrogancia. Descubrió la nobleza. La nobleza humana y la nobleza de su profesión. Una transformación que se va dando con cada caso, a cachetazos, como le dijo Barba Roja cuando se enfermó, tuvo una sobredosis de la vida (no me acuerdo exactamente). La vida de los otros. Porque la visión integral de la medicina, que casi ya no existe, es emocionante.
Me encanta porque el médico que lo recibe y habla pestes de Barba Roja era evidentemente un fayuto, se olía de lejos. Es lo que yo siempre pienso de algunas personas. Se huelen esas intenciones a la legua. Todo lo contrario al espíritu del lugar. Las cosas importantes, profundas y bellas no ocurren en situaciones ideales prácticamente inexistentes y generalmente falsas.
La escena donde unas de las cocinera y el Dr Yasumoto escuchan la conversación de la niña rescatada del prostíbulo, Otoyo, y el pequeño ladrón de comida, entre los acolchados al sol, y ella se quiebra.... ay, me estrujó el corazón. Hay otras escenas así, pero esa fue muy fuerte. O cuando Otoyo mendiga para volver a comprar el plato que había roto.... hermoso.
No sé que decir de la música. Conmovedora es poco. Solemne. Grandiosa. Oportuna.
No se me hizo larga ni nada, disfruté desmedidamente de los silencios de algunos personajes en algunas escenas, de los encuadres y la iluminación, de los detalles conceptuales puestos en escena, como las manos cuidando (por ejemplo entre Otoyo y Yasumoto) y, por supuesto, del sonido del viento. Las escenas donde se escucha el viento me fascinan. (me acordé que nunca hice el comentario en Barba Azul, para defenderla un poco en las cosas que me gustaron... me acordé porque también hay escenas donde se escucha el viento y porque justo es otro color de barba, je)
Mención aparte para el rescate de Otoyo del prostíbulo. Aprendé, Kill Bill. Qué gran escena! más allá de la impresión que me causa el ruido de los huesos quebrándose. No esperaba tanto, me sorprendió. Las palabras de Barba Roja al final, reconociendo que se había excedido, fueron geniales.
Podría hablar mil horas de lo que me provocó esta peli, pero no quiero aburrir.
Como comento cada vez que lo veo, dejo constancia de mi amor incondicional por Toshirô Mifune. Estoy perdidamente enamorada de su figura, de su rostro, de su carácter y presencia actoral y de su belleza. Siempre.
Alguna vez, vi una peli con William Hurt, donde él hace de un prestigioso médico, soberbio e insensible adrede, pq consideraba que para ser mejor médico era importante no involucrase emocionalmente con el paciente. Obviamente se enferma y elige a la médica más prestigiosa y también más cruda. Pero al ser sometido a la misma crueldad y despersonalización que el pregonaba, quiebra y se va con un médico que era despreciado en el hospital por su comportamiento humanista. La peli termina con Hurt haciendo que sus residentes pasen (real, no en forma de teoría) por diferentes procedimientos médicos, para que entiendan a lo que iban a someter a sus pacientes en el futuro y así lograr algo de empatía y humanidad en su práctica de la medicina. Me quedó muy grabada esa peli. Por eso me gustó tanto Barba Roja y no las otras dos. En Arrowsmith no hay ninguna conclusión importante ni clara sobre la ética médica y la esencia de la profesión, fuera cual fuera su decisión profesional, y creo que era a lo que debería haber llegado como historia. En L'amour d'une femme está un poco más claro, pero el enfoque es más feminista si se quiere. Y eso lo desvía un poco, no por quitarle importancia al tratamiento del tema que me pareció perfecto como resolución, sino porque me conmueve más el del propósito primordial de la medicina.
Coincido Cora en que si pensamos las películas en torno a la profesión y a la ética médica, la de Kurosawa es la que más se enfoca en esos temas y la que transmite mejor la idea de la medicina como disciplina integral y humanista, por no decir la única, ya que en las otras dos creo que es casi anecdótico el hecho de que los protagonistas sean médicos, el conflicto no tiene mucho que ver con eso, en cambio en Barba Roja se nos invita a asistir a la educación "sentimental" de un médico. Yo no pude terminar de verla, me agobiaron las situaciones dramáticas que para mi gusto rayan en el miserabilismo, pero la intención moral de la película queda clara desde los primeros 15 ó 20 minutos, algo muy propio del cine de este director.
Ay, lamento que no la hayas terminado de ver, Marian. Lo digo porque es un gran cierre! hasta con el toque de humor necesario para relajar un poco todo lo que pasó ♥
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ReplyDeleteCompletamente agobiante esta película.
ReplyDeleteMe encantó.
ReplyDeleteDel ciclo de los médicos esta peli fue la que me emocionó.
Me gusta descubrir tras la aparente dureza, comportamientos humanos nobles. Y eso le pasó al joven médico que llega lleno de ínfulas y de arrogancia. Descubrió la nobleza. La nobleza humana y la nobleza de su profesión.
Una transformación que se va dando con cada caso, a cachetazos, como le dijo Barba Roja cuando se enfermó, tuvo una sobredosis de la vida (no me acuerdo exactamente).
La vida de los otros. Porque la visión integral de la medicina, que casi ya no existe, es emocionante.
Me encanta porque el médico que lo recibe y habla pestes de Barba Roja era evidentemente un fayuto, se olía de lejos. Es lo que yo siempre pienso de algunas personas. Se huelen esas intenciones a la legua. Todo lo contrario al espíritu del lugar. Las cosas importantes, profundas y bellas no ocurren en situaciones ideales prácticamente inexistentes y generalmente falsas.
La escena donde unas de las cocinera y el Dr Yasumoto escuchan la conversación de la niña rescatada del prostíbulo, Otoyo, y el pequeño ladrón de comida, entre los acolchados al sol, y ella se quiebra.... ay, me estrujó el corazón.
Hay otras escenas así, pero esa fue muy fuerte.
O cuando Otoyo mendiga para volver a comprar el plato que había roto.... hermoso.
No sé que decir de la música. Conmovedora es poco. Solemne. Grandiosa. Oportuna.
No se me hizo larga ni nada, disfruté desmedidamente de los silencios de algunos personajes en algunas escenas, de los encuadres y la iluminación, de los detalles conceptuales puestos en escena, como las manos cuidando (por ejemplo entre Otoyo y Yasumoto) y, por supuesto, del sonido del viento.
Las escenas donde se escucha el viento me fascinan.
(me acordé que nunca hice el comentario en Barba Azul, para defenderla un poco en las cosas que me gustaron... me acordé porque también hay escenas donde se escucha el viento y porque justo es otro color de barba, je)
Mención aparte para el rescate de Otoyo del prostíbulo. Aprendé, Kill Bill. Qué gran escena! más allá de la impresión que me causa el ruido de los huesos quebrándose. No esperaba tanto, me sorprendió. Las palabras de Barba Roja al final, reconociendo que se había excedido, fueron geniales.
Podría hablar mil horas de lo que me provocó esta peli, pero no quiero aburrir.
Como comento cada vez que lo veo, dejo constancia de mi amor incondicional por Toshirô Mifune. Estoy perdidamente enamorada de su figura, de su rostro, de su carácter y presencia actoral y de su belleza. Siempre.
Alguna vez, vi una peli con William Hurt, donde él hace de un prestigioso médico, soberbio e insensible adrede, pq consideraba que para ser mejor médico era importante no involucrase emocionalmente con el paciente.
ReplyDeleteObviamente se enferma y elige a la médica más prestigiosa y también más cruda. Pero al ser sometido a la misma crueldad y despersonalización que el pregonaba, quiebra y se va con un médico que era despreciado en el hospital por su comportamiento humanista.
La peli termina con Hurt haciendo que sus residentes pasen (real, no en forma de teoría) por diferentes procedimientos médicos, para que entiendan a lo que iban a someter a sus pacientes en el futuro y así lograr algo de empatía y humanidad en su práctica de la medicina.
Me quedó muy grabada esa peli.
Por eso me gustó tanto Barba Roja y no las otras dos.
En Arrowsmith no hay ninguna conclusión importante ni clara sobre la ética médica y la esencia de la profesión, fuera cual fuera su decisión profesional, y creo que era a lo que debería haber llegado como historia.
En L'amour d'une femme está un poco más claro, pero el enfoque es más feminista si se quiere. Y eso lo desvía un poco, no por quitarle importancia al tratamiento del tema que me pareció perfecto como resolución, sino porque me conmueve más el del propósito primordial de la medicina.
Coincido Cora en que si pensamos las películas en torno a la profesión y a la ética médica, la de Kurosawa es la que más se enfoca en esos temas y la que transmite mejor la idea de la medicina como disciplina integral y humanista, por no decir la única, ya que en las otras dos creo que es casi anecdótico el hecho de que los protagonistas sean médicos, el conflicto no tiene mucho que ver con eso, en cambio en Barba Roja se nos invita a asistir a la educación "sentimental" de un médico. Yo no pude terminar de verla, me agobiaron las situaciones dramáticas que para mi gusto rayan en el miserabilismo, pero la intención moral de la película queda clara desde los primeros 15 ó 20 minutos, algo muy propio del cine de este director.
DeleteAy, lamento que no la hayas terminado de ver, Marian. Lo digo porque es un gran cierre! hasta con el toque de humor necesario para relajar un poco todo lo que pasó ♥
DeleteQuizás alguna vez la retome... de verdad me resultó muy agobiante... por ahí no era el momento para verla.
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