No se como seguirá pero el segmento de apertura es tremendo. Esa imagen bucólica del tren atravesando bosques y praderas mientras suena una pegadiza canción country, atravesada por la violencia extrema e inesperada te deja KO. Ernest Borgnine tiene una cara de malo que da miedo. Impresionante.
La música casi me hace abandonar antes de empezar. Te juro Malala que no es para llevarte la contra, recordemos todas nuestras otras y grandes coincidencias.... por favor! y ojo que entiendo lo que decís del contraste de ese ♪♫lalala♩ con la violencia, pero no puedo apreciarlo. Me hizo acordar a B.J. o a cualquier otra porquería del estilo. Pido disculpas, pero mi cerebro asocia sin criterio alguno. Sigo. Por suerte, enfrenté el mal presagio musical y abordé una gran peli. Me gustó la historia, las apuestas, los personajes, las actuaciones, los detalles y códigos... Las primeras escenas de abordaje del tren, como por ejemplo la de la niebla, me fascinaron. Todas, menos las que tenían esa música tan espantosa. Horror. (Zafa la de la escena final) Ernest Borgnine fantástico, diabólico. Todos los demás, del lado de los vagabundos y del propio sufriéndolo, temiéndole. No. 1.... qué decir... brillante Lee Marvin. La paciencia de oro con ese pibe. Ganas de agarrarlo del cuello con mis propias manos. Infumable, idiota, insufrible y más malo que Shack. Es ver en otra época al desesperado por la fama, al inmundo pisador de cabezas, mentiroso, desagradecido y perverso. Un asco, Cigaret, porque va más allá de la dureza justificada por la época. No tenía clase. No tenía corazón. El mundo de los vagabundos es para los vagabundos, no para los caretas. Me encantó ese final y esas líneas. Me lo anotan del lado de los finales felices, no?
Ojo, a mi tampoco me gustó esa canción, solo dije que era pegadiza. Tenía un aire inocente que no presagiaba para nada lo que iba a pasar. Estoy escribiendo una carta de amor a Lee Marvin....
No se como seguirá pero el segmento de apertura es tremendo.
ReplyDeleteEsa imagen bucólica del tren atravesando bosques y praderas mientras suena una pegadiza canción country, atravesada por la violencia extrema e inesperada te deja KO.
Ernest Borgnine tiene una cara de malo que da miedo. Impresionante.
La música casi me hace abandonar antes de empezar. Te juro Malala que no es para llevarte la contra, recordemos todas nuestras otras y grandes coincidencias.... por favor! y ojo que entiendo lo que decís del contraste de ese ♪♫lalala♩ con la violencia, pero no puedo apreciarlo. Me hizo acordar a B.J. o a cualquier otra porquería del estilo. Pido disculpas, pero mi cerebro asocia sin criterio alguno.
ReplyDeleteSigo.
Por suerte, enfrenté el mal presagio musical y abordé una gran peli. Me gustó la historia, las apuestas, los personajes, las actuaciones, los detalles y códigos... Las primeras escenas de abordaje del tren, como por ejemplo la de la niebla, me fascinaron. Todas, menos las que tenían esa música tan espantosa. Horror. (Zafa la de la escena final)
Ernest Borgnine fantástico, diabólico. Todos los demás, del lado de los vagabundos y del propio sufriéndolo, temiéndole. No. 1.... qué decir... brillante Lee Marvin. La paciencia de oro con ese pibe. Ganas de agarrarlo del cuello con mis propias manos. Infumable, idiota, insufrible y más malo que Shack. Es ver en otra época al desesperado por la fama, al inmundo pisador de cabezas, mentiroso, desagradecido y perverso. Un asco, Cigaret, porque va más allá de la dureza justificada por la época.
No tenía clase. No tenía corazón. El mundo de los vagabundos es para los vagabundos, no para los caretas. Me encantó ese final y esas líneas. Me lo anotan del lado de los finales felices, no?
Ojo, a mi tampoco me gustó esa canción, solo dije que era pegadiza. Tenía un aire inocente que no presagiaba para nada lo que iba a pasar.
DeleteEstoy escribiendo una carta de amor a Lee Marvin....
Perdón... entonces entendí mal yo, pensé que te parecía algo rescatable.
DeleteLo de la carta es muy entendible.