En general me dejó bastante fría pero hay dos momentos que me resultaron conmovedores y en los que se me hizo muy palpable lo que siente ese nene como espectador de la relación de sus padres. Uno es el momento en el que es realmente un espectador: cuando los ve como si estuvieran en un escenario, durante una de sus peleas. El otro hacía el final, cuando se aleja de ellos. Creo que me resultaron la dos escenas muy significativas porque estamos en ambas junto al niño, no sentí lo mismo en las otras en las que lo vemos de lejos, interactuando (hasta donde puede, pobre) con los mayores.
Confieso que intenté verla pero me resultó demasiado experimental. El uso del blanco y negro siempre me gusta, pero la ausencia total de sonido y lo que imaginé como personajes moviéndose más en un terreno simbólico o alegórico que realista, me hicieron dejarla.
Terrible mi fuerza de voluntad para terminarla 🙄. La ausencia de sonido que menciona Marian fue letal. Obviamente hay cine para todos los gustos, pero yo miro cine porque amo las historias. Si no puedo entender la historia en un mínimo porcentaje, no puedo sacar nada positivo. Entiendo que hay algunas imágenes bien logradas y bla bla bla, pero esta peli me eyectó aunque siguiera mirando.
Coincido Cora, a mí también me gusta el cine narrativo, inclusive le escapo al surrealismo y esas pelis tipo El año pasado en Marienbad. Entiendo la función que cumplen dentro de la historia del cine, pero una cosa es ver una película como objeto de estudio y otra ver una película para disfrutar, lo que no quiere decir que no diga cosas interesantes y que formalmente pueda ser inclusive mejor que los experimentos audiovisuales.
Tal cual, Marian, son obras que rompen o abren camino. Como en la pintura, como el la literatura y otras artes, y está bueno verlas, pero no estarían entrando en mi corazón por ningún lado 😉
En general me dejó bastante fría pero hay dos momentos que me resultaron conmovedores y en los que se me hizo muy palpable lo que siente ese nene como espectador de la relación de sus padres. Uno es el momento en el que es realmente un espectador: cuando los ve como si estuvieran en un escenario, durante una de sus peleas. El otro hacía el final, cuando se aleja de ellos. Creo que me resultaron la dos escenas muy significativas porque estamos en ambas junto al niño, no sentí lo mismo en las otras en las que lo vemos de lejos, interactuando (hasta donde puede, pobre) con los mayores.
ReplyDeleteConfieso que intenté verla pero me resultó demasiado experimental. El uso del blanco y negro siempre me gusta, pero la ausencia total de sonido y lo que imaginé como personajes moviéndose más en un terreno simbólico o alegórico que realista, me hicieron dejarla.
ReplyDeleteTerrible mi fuerza de voluntad para terminarla 🙄.
ReplyDeleteLa ausencia de sonido que menciona Marian fue letal.
Obviamente hay cine para todos los gustos, pero yo miro cine porque amo las historias. Si no puedo entender la historia en un mínimo porcentaje, no puedo sacar nada positivo. Entiendo que hay algunas imágenes bien logradas y bla bla bla, pero esta peli me eyectó aunque siguiera mirando.
Coincido Cora, a mí también me gusta el cine narrativo, inclusive le escapo al surrealismo y esas pelis tipo El año pasado en Marienbad. Entiendo la función que cumplen dentro de la historia del cine, pero una cosa es ver una película como objeto de estudio y otra ver una película para disfrutar, lo que no quiere decir que no diga cosas interesantes y que formalmente pueda ser inclusive mejor que los experimentos audiovisuales.
DeleteTal cual, Marian, son obras que rompen o abren camino. Como en la pintura, como el la literatura y otras artes, y está bueno verlas, pero no estarían entrando en mi corazón por ningún lado 😉
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