"Lawrence de Arabia" fue la mejor de las espectaculares, quizás mejor llamarlas monumentales, películas de David Lean. Los errores argumentales de "El puente…" no se repitieron, y aquí, con el libreto de Robert Bolt, hay coherencia y realismo, y si se detectan contradicciones estas se limitan a la exposición del carácter de Lawrence, de por sí un misterio, mucho mayor que el que expone el film. Lean se supera a sí mismo en escenas memorables. El momento en el que Lawrence viaja acompañado por el beduino, y este queda petrificado mirando en la distancia algo que el inglés no puede ver, y lentamente, mágicamente comienza a verse una imagen espectral en el horizonte que parece flotar bajo el sol del desierto, y que termina por convertirse en un árabe montado en su camello, es un clásico de antología: Allí comprendemos por primera vez la magia del desierto. Lean lo muestra como nadie antes y como nadie después. Y por supuesto, sin CGI (computed generated imges). Hay que remontarse a L'Atlantide, de Jacques Feyder, el maestro belga filmando en los '20, con todas las limitaciones de la época , para experimentar la misma sensación de magia. También, en "Lawrence, es una escena de enorme impacto, casi de sueño más que de realidad, o un espejismo, el momento en el que encuentra el canal de Suez, y aparece ante nuestros ojos un barco que parece navegar en las arenas del desierto. No recuerdo si Lean nos muestra en algún momento el agua, o lo deja en suspenso. Ya en un plano humano, el regreso de Lawrence al cuartel general en Alejandría, un edificio morisco enorme y, lujoso y muy bello, acompañado por chico árabe, vestido él mismo con ropas ajetreadas por el cruce del desierto, pasando entre atildados oficiales sorprendidos y escandalizados, y la aclamación final cuando se comprende lo que ha hecho en el desierto, configura una escena conmovedora. También lo es el regreso en el peor desierto del mundo para rescatar a quien se había retrasado, cuando todos quería abandonarlo con árabe filosofía.
Decía que si la personalidad de Lawrence en la película parece contradictoria, es porque en muchos sentidos lo era. Y el libreto intenta más exponer la complejidad del personaje que desentrañarlo. De modo que en ocasiones aparece retraído, tímido y reconcentrado, y en otras exultante y exhibicionista (por ejemplo, cuando camina triunfalmente por los techos de los vagones del tren que acaba de destruir). A veces es callado y sumiso antes las órdenes, otras, desafiante y lleno de convicciones Seductor y odiosamente criminal. Justo y casi genocida. Puede rescatar a un hombre perdido y no tomar prisioneros. La película ignora un aspecto importante del Lawrence verdadero, aunque lo menciona: era un intelectual, un hombre de estudio y de letras. El libro que escribió sobre sus aventuras en el desierto, "Seven pillars of wisdom", es considerado una obra literaria en si misma, con valores estéticos y de estilo que la convierten en un clásico. Antes de eso había recorrido Tierra Santa para diferentes estudios arqueológicos. Y sabía idiomas poco conocidos por la generalidad. Muerto por un accidente innecesario, viviendo retirado en un cottage modesto, concitó enorme atención y fue escudriñado en su vida militar, política y privada en busca de claves reveladoras. Estas, finalmente, dejaron la cosa tan misteriosamente como antes. Su vida sexual fue disecada sin necesidad, y de nuevo la innecesaria pero entendible pesquisa dejó todo en la oscuridad. Tanta vaguedad trajo como consecuencia que fuera admirado y criticado por igual, lo que muestra la escena inicial del film, donde distintos personajes parecen estar hablando de hombres diferentes más que uno sólo, Lawrence. Victoria Ocampo quedó fascinada con Lawrence, escribió un libro sobre él, y anduvo por el cottage que mencionábamos. Pertenece al grupo de los admiradores.
Vi una hora y media, hasta el ataque a Aqaba.
ReplyDeleteY después de eso, todo lo que seguí viendo en la tele me pareció aburrido, banal, intrascendente...
"Lawrence de Arabia" fue la mejor de las espectaculares, quizás mejor llamarlas monumentales, películas de David Lean. Los errores argumentales de "El puente…" no se repitieron, y aquí, con el libreto de Robert Bolt, hay coherencia y realismo, y si se detectan contradicciones estas se limitan a la exposición del carácter de Lawrence, de por sí un misterio, mucho mayor que el que expone el film.
ReplyDeleteLean se supera a sí mismo en escenas memorables. El momento en el que Lawrence viaja acompañado por el beduino, y este queda petrificado mirando en la distancia algo que el inglés no puede ver, y lentamente, mágicamente comienza a verse una imagen espectral en el horizonte que parece flotar bajo el sol del desierto, y que termina por convertirse en un árabe montado en su camello, es un clásico de antología: Allí comprendemos por primera vez la magia del desierto. Lean lo muestra como nadie antes y como nadie después. Y por supuesto, sin CGI (computed generated imges). Hay que remontarse a L'Atlantide, de Jacques Feyder, el maestro belga filmando en los '20, con todas las limitaciones de la época , para experimentar la misma sensación de magia. También, en "Lawrence, es una escena de enorme impacto, casi de sueño más que de realidad, o un espejismo, el momento en el que encuentra el canal de Suez, y aparece ante nuestros ojos un barco que parece navegar en las arenas del desierto. No recuerdo si Lean nos muestra en algún momento el agua, o lo deja en suspenso.
Ya en un plano humano, el regreso de Lawrence al cuartel general en Alejandría, un edificio morisco enorme y, lujoso y muy bello, acompañado por chico árabe, vestido él mismo con ropas ajetreadas por el cruce del desierto, pasando entre atildados oficiales sorprendidos y escandalizados, y la aclamación final cuando se comprende lo que ha hecho en el desierto, configura una escena conmovedora. También lo es el regreso en el peor desierto del mundo para rescatar a quien se había retrasado, cuando todos quería abandonarlo con árabe filosofía.
Decía que si la personalidad de Lawrence en la película parece contradictoria, es porque en muchos sentidos lo era. Y el libreto intenta más exponer la complejidad del personaje que desentrañarlo. De modo que en ocasiones aparece retraído, tímido y reconcentrado, y en otras exultante y exhibicionista (por ejemplo, cuando camina triunfalmente por los techos de los vagones del tren que acaba de destruir). A veces es callado y sumiso antes las órdenes, otras, desafiante y lleno de convicciones Seductor y odiosamente criminal. Justo y casi genocida. Puede rescatar a un hombre perdido y no tomar prisioneros.
ReplyDeleteLa película ignora un aspecto importante del Lawrence verdadero, aunque lo menciona: era un intelectual, un hombre de estudio y de letras. El libro que escribió sobre sus aventuras en el desierto, "Seven pillars of wisdom", es considerado una obra literaria en si misma, con valores estéticos y de estilo que la convierten en un clásico. Antes de eso había recorrido Tierra Santa para diferentes estudios arqueológicos. Y sabía idiomas poco conocidos por la generalidad.
Muerto por un accidente innecesario, viviendo retirado en un cottage modesto, concitó enorme atención y fue escudriñado en su vida militar, política y privada en busca de claves reveladoras. Estas, finalmente, dejaron la cosa tan misteriosamente como antes. Su vida sexual fue disecada sin necesidad, y de nuevo la innecesaria pero entendible pesquisa dejó todo en la oscuridad. Tanta vaguedad trajo como consecuencia que fuera admirado y criticado por igual, lo que muestra la escena inicial del film, donde distintos personajes parecen estar hablando de hombres diferentes más que uno sólo, Lawrence.
Victoria Ocampo quedó fascinada con Lawrence, escribió un libro sobre él, y anduvo por el cottage que mencionábamos. Pertenece al grupo de los admiradores.